LA PRIMERA EN LA FRENTE: PARQUE EÓLICO EXPERIMENTAL DE CELADA MARLANTES

No nos podemos creer ya a estas alturas lo del debate y la participación social.

Después de todo lo acontecido y que saquen medio a escondidas, sin apenas tiempo de alegaciones, un "parque eólico experimental" en Celada Marlantes.

¿Cuántos más pueden estar tramitándose? en Orzales, dónde más.

Y es que consultando la Memoria del Proyecto, parece que bajo la idea de experimentales se intentan colar verdaderos parques eólicos, fuera de ordenación del PLENERCAN y con una simple comprobación ambiental o una ridículas afecciones ambientales o arqueológicas.

Precisamente este enclave elegido tiene enormes valores arquelógicos, ambientales y paisajísticos como podéis ver en los carteles que marcan la ruta señalizada entre Celada y Julióbriga.



LA PLATAFORMA PARA LA DEFENSA DEL SUR DE CANTABRIA ha presentado alegaciones al proyecto que intentaremos adjuntar para que os hagáis una idea del impacto que supone


Así no empezamos bien

DESCUBRE EL SUR DE CANTABRIA. PASEOS DE PRIMAVERA

EXCURSIÓN PRIMAVERAL POR VALDEPRADO DEL RÍO
28 MARZO 2010
ARCERA-ERMITA DE LOS REMEDIOS-ARCERA SL-S35


ORGANIZA
Surdecantabrianatural y ARCA


FICHA TÉCNICA


QUEDADA y REGRESO

A las 10 de la mañana en la gasolinera de Matamorosa.
A las 18 h. desde Arcera.

EQUIPO

Botas de monte o trekking, ropa de abrigo e impermeable por si acaso. Bocadillo y algo de beber o cantimplora que se puede llenar al principio y a la mitad del recorrido.


DIFICULTAD NINGUNA, TODOS LOS PÚBLICOS

OBJETIVOS:

- Acercamiento al importante patrimonio natural de Valdeprado del Río.
- Identificación de las denominadas “Primeras flores”, principales especies de flores típicas de los bosques caducifolios de rebollos y hayedo;
- Identificación de cantos, huellas y rastros de los animales del bosque.

MÁS INFORMACIÓN


Senderos (http://www.arcera.org/);
Video Youtube ( Sendero SL 35 Arcera La Cotorra)

RECORRIDO CIRCULAR


A las 10,30-11h inicio del sendero junto al pilón del Barrio de Arriba en Arcera.
Cogeremos la pista que por detrás de las casas va en dirección a La Cotorra (1.132 mts).
La Cotorra o Cotorras, se encuentra situada en los límites territoriales entre Los Carabeos y Arcera, y sirve para denominar a la cumbre, pero sobre todo, para referirnos al hayedo, que ocupa la mayor parte del lugar. Desde el alto contemplamos a lo lejos, Valdeolea, Somaloma y Pozazal.

Pasaremos por zonas de prados con buenos setos que bordean el camino, endrinos, espinos albares, groselleros, etc.;

Atravesaremos una mata de rebollas, como se denomina allí a los rebollares (Quercus pirenaica);

Y el encantador o encantado hayedo de La Cotorra.


La Cotorra desde Somaloma
Bajo las hayas la hojarasca lo cubre todo y el sotobosque es escaso debido a la poca luz que dejan pasar. El límite entre el robledal y el hayedo se encuentra bien marcado; bajo los robles crece un variado sotobosque y una alfombra siempre verde de hierba fresca. Allí los duendes del bosque no tienen sombrero, pero intuimos su presencia por las camas y excrementos dejados en la hojarasca.




En el hayedo crecen además muchas especies de hongos, líquenes y musgos, que suplen la falta de luz, con la humedad de la umbría. Prímulas y narcisos se apresuran a florecer antes de que los árboles abran sus hojas. Y el acebo ante vecinos tan esbeltos prefiere extenderse más a lo ancho que a lo alto.

Llegamos a La ermita de Los Remedios y a La Fuente del Ermitaño donde se hará un alto para comer y descansar.



La Ermita de Nª Señora de Los Remedios, es pequeña pero llena de encanto, por encontrarse en tan bucólico lugar, posee cabecera cuadrada románica de sillería bien labrada que es lo que mejor se conserva, tiene ventanas abocinadas y poseía un hermoso arco ojival gótico con guardapolvos que fue robado unos años antes de su restauración.

Tras la comida proseguiremos la marcha por el hayedo en dirección a La Aldea, hasta encontrarnos con la "pista de los pinos", que nos llevará de nuevo a Arcera.

Aldea de Ebro


Aunque la vuelta aún es larga, tenemos la tranquilidad de seguir un camino, más o menos descansado en su recorrido. Desde allí, se contemplan bonitas vistas del monte Bigüenzo, de La Aldea, de Loma Somera y del río Ebro, que en este tramo desciende salvaje sin que ninguna carretera circunde sus riberas.



Finalmente llegaremos de nuevo a Arcera hacia las 17h., donde podemos tomar un refrigerio en La Escuela en el Barrio de Abajo y volver de nuevo a los coches en el Barrio de Arriba.

EXCURSIÓN POR LOS VALLES DEL SUR DE CANTABRIA 28-02-2010

UNA PRIMERA TOMA DE CONTACTO SOBRE EL TERRITORIO DE LOS VALLES DEL SUR DE CANTABRIA

De Matamorosa nuestro punto de encuentro nos acercamos a Villaescusa. Multitud de figuritas blancas se apresuraban a ocupar sus hacinados nidos en los chopos desnudos. Las parejas crotoraban e iniciaban sus vuelos de cortejo, testimonio ineludible de que a un paso se encuentra ya la primavera.

Atravesamos el frondoso hayedo que se encarama por la ladera hasta casi los pies del Endino.

En el alto de El Bardal, una segunda parada para contemplar la verde pradería regada por un desbordado Camesa y los montes que conforman el Valle de Valdeolea. Tierra de menhires, cenizos, milanos y culebreras y un románico en el que destaca sobre todo la gran concentración de pinturas góticas de sus iglesias.

Tras pasar Olea, Reinosilla y Casasola seguimos el curso del Camesa hasta Mataporquera; se abre a nuestros ojos un auténtico mar fruto del desnieve y del desbordamiento del río, donde a lo lejos vemos incluso gaviotas. Este tramo del Camesa es de los pocos en los que se pueden observar nenúfares.

Atravesando Mataporquera nos adentramos en el Val de prata macedónica más conocido como Valdeprado del Río, o quizás más bien desconocido, frente a sus más famosos valles vecinos.

En Hormiguera un término augustal junto a la iglesia nos indica con certeza dónde nos encontramos:

TER-AVGUST-DIVID
PRAT-LEG-TTTT-ET-AGR
VM-IVLIOBRIG

(Terminus Augustalis. Dividit prata legionis IIII et Agrum Iuliobrigensium)


Desde el pueblo de San Vítores y Sotillo de nuevo una composición de lugar:
al Norte, Somaloma y a sus pies, Los Carabeos,

al Noreste al fondo Los Riconchos; en primer plano al este La Cotorra y el Montezuco, tras los cuales se refugia del cierzo Arcera, y tras el escondido Ebro, el Monte Biguenzo, Loma Somera y Bustillo del Monte ya en Valderredible.

En el fondo del valle las sinuosas y suaves lomas jurásicas de Peñota que vierten sus aguas al Polla. Serpenteante sauceda que sombrea las aguas frías del Polla donde aún encuentran refugio las bravas truchas autóctonas.

A los pies de la iglesia de San Vítores los distintos barrios, que como pueblos diseminados forman propiamente el concejo de Valdeprado del Río.

Mirando al sur pero en la cara norte, al sudio del sol y la sequía, se estira un enorme hayedo desde Valdeprado hasta Quintanas de Hormiguera. En la ladera sur, junto al frondoso e inmenso rebollar de Costumbría resiste aún Candenosa el envite de la despoblación que terminó por hacer desaparecer totalmente al vecino pueblo de Moroso, ya de Valderredible.

Aquí se hace mayor el grupo y serpenteamos los meandros que hace la carretera como si fuésemos aguas que atraviesan rodetes y saltos en Reocín de Los Molinos y nos dirigiésemos desbocados por el desnieve a juntarnos en Bárcena con el Ebro.

Entramos de este modo en Valderredible nuestro tercer valle de la visita, el más famoso de todos, el Val de ripa Iberi, el Valle de la orilla del Ebro.

Como si quisiéramos ralentizar nuestro descenso y saborear con detenimiento estos valles, nos encrespamos de nuevo camino de Rasgada y Navamuel. Hectáreas y hectáreas de matas de rebollas marcescentes, salpicadas de los perennes verdes de los pinos silvestres, que rememoran aquellos tiempos en los que Madoz poblaba estos montes con osos y demás vida silvestre.

Nuestra vista se abre al fin a la inmensidad de los valles cerealísticos preludio de la tierra de campos en los alrededores de Aguilar de Campoo. Pero a la altura de la palentina Cezura, decidimos adentrarnos de nuevo hacia el río Ebro. Ya se presienten las ermitas rupestres viendo las montañas arenosas de roca fácilmente excavable, dejamos a un lado el Cuevatón, y resguardados por las Peñas de la Lora, llegamos a la iglesia de Santa María de Valverde, denominada la catedral del rupestre, donde la espadaña comparte las campanas con cernícalos y lechuzas, a la vista de las numerosas egagrópilas presentes.

El Centro de interpretación del rupestre, queda pendiente para otra ocasión porque la visita merece abordarlo con tiempo. Y en esta ocasión, hay que reconocerlo, tecnología y dinero nos acercan de una forma muy completa y documentada al fenómeno del rupestre en todo Valderredible.


Así llegamos a la iglesia de Castrillo de Valdelomar, impresionante espadaña de aspecto forticado enmarcada por un hermoso fondo natural de inmensos rebollares.

Entretenidos así, vamos acumulando retraso y más retraso en nuestros planes, pero qué importa ante tan majestuoso paisaje.
Embelesados nuestros ojos pero vacíos los estómagos llegamos por fín a Villanueva de la Nía, donde los amantes de la cuchara y tenedor comieron gustosos y los amantes de la comida campestre disfrutaron de los agradecidos rayos de sol tras la tempestuosa ciclogénica.

Y así perezosos retomamos de nuevo el Ebro y el Valderredible más conocido para engaramitarnos finalmente a La Lora a través de Rocamundo. Impresionantes vistas de todo el valle y a nuestras espaldas el zumbido de aspas y rotores de los molinos que amenazan abrir cicatrices y trasplantarse dentro de tan hermoso paisaje.