PLENERCAN PP 2011-2020 PLATAFORMA DEFENSA SUR DE CANTABRIA

PLANTEAMIENTOS de la PLATAFORMA PARA LA DEFENSA DEL SUR DE CANTABRIA con relación al PLAN ENERGÉTICO, PLENERCAN 2011-2020



Marcel es un personaje que creó John Berger para uno de los relatos que componen “Puerca tierra”, un campesino que con esfuerzo y afectos honraba el campo en que vivía, “tenia la cara delgada y el cuerpo recio y a los 63 años aun conservaba el pelo negro”, era ya el único que, por respeto a lo que hicieron sus padres y los padres de ellos, con la esperanza en sus hijos y en los hijos de estos, plantaba manzanos nuevos, sabía que hoy las máquinas cuestan mucho más dinero del que valen y al comprarlas se ponía en sumisa dependencia del banco y sus hipotecas y se obligaba a dejar de hacer las cosas que él quería e intercambiaba con otros. Sabía que, si cedía, tendría que trabajar por dinero solamente y, al final, ese dinero sería, todo, para el banco. ¡Conocía el valor del dinero!, que no lo confundía con el precio fijado por otros, lo tenía claro, se defendió, se enfrentó a burócratas y ricos con la inocencia del sabio, fue encarcelado y en el calabozo, se miró las manos “torpes y ociosas sobre su regazo” y supo que nunca jamás serían capaces de volver a hacer lo que antes hacían. Algo que parece escrito para nuestros bellos valles del Sur a los que, irónica contradicción, el secular abandono dota de futuro cierto en el mundo en crisis, un futuro que nos quieren destrozar con improductivos, feos y anacrónicos molinos.

Sabemos que hay otras formas de ver las cosas.; un ejemplo, las de los parásitos de los que Aristóteles dijo que viven de las necesidades y el trabajo del resto, esos que hoy manipulan el dinero ajeno y utilizan la ficción del sucio papel para ser ellos poder y que, a diferencia de aquel campesino, acumulan el dinero y lo convierten en fin para su lucro; no crean riqueza, arruinan países, cierran fábricas, generan paro, provocan hambre, degradan la tierra, venden las armas que matan, blanquean lo más sucio de la droga,..., acumulan plusvalor del trabajo ajeno. Aliados de lo peor, políticos, legisladores y jueces corruptos, pactan lo mejor para ellos, explotando sin pudor nuestras forzadas fatigas.

A partir de ello, tras examinar la incompleta documentación técnica del PLENERCAN 2011-2010 (faltan, al menos, el expediente administrativo y el de Toma en consideración de las alegaciones), la PLATAFORMA APARA LA DEFENSA DE LOS VALLES DEL SUR efectúa a la Consejería de Industria las CONSIDERACIONES y ALEGACIONES que acompañamos y, en especial, le formula las siguientes EXIGENCIAS:

Primera.- Cumplir el fundamental y garantista Convenio de AARHUS.-

El 25 de junio de 1998 en la Conferencia Ministerial “Medio Ambiente para Europa” se firmaba la Convención para el acceso a la información, la participación del público en la toma de decisiones y el acceso a la justicia en asuntos ambientales”, conocida como Convenio de AARHUS, ratificado por España el 29 de diciembre de 2004 y transpuesto a la normativa española en la Ley 27/2006, de 18 de julio.

Se trata de una norma europea irrenunciable, que protege el derecho a la información de los ciudadanos, su participación en los planes y programas con contenido ambiental y, en los casos en que no se diera el correcto ejercicio de los dos derechos anteriores, el acceso fácil y barato, gratuito incluso, a la Justicia.

Es objeto fundamental de dicho Convenio, “contribuir a proteger el derecho de cada persona, de las generaciones presentes y futuras, a vivir en un medio ambiente que permita garantizar su salud y su bienestar (…)”, con la intención de “fortalecer la democracia en la región”, entendiendo por “información(es) sobre el medio ambiente”, la información de todo tipo acerca del “estado de los elementos del medio ambiente tales como el aire, la atmósfera, el agua, el suelo, las tierras, el paisaje y los sitios naturales, (…), y la interacción entre todos estos elementos”, así como “(…) las medidas administrativas, (…), las políticas, leyes, planes y programas que tengan o puedan tener efectos sobre los elementos del medio ambiente a que hace referencia el apartado a) supra (…)”.

La tramitación del PLENERCAN 2011-2020, como la de tantas otras trascendentes normas ambientales ha sido un modelo de oscurantismo y falta de participación popular en su trámite, por lo que, al no cumplir, los garantistas requisitos del Convenio de AARHUS, dicho Plan Energético 2011-2020 es una concesión/imposición no democrática.

Resulta innegable que toda persona con una mínima sensibilidad ambiental y un genérico conocimiento de nuestro entorno pueda exigir a nuestros representantes el más transparente, documentado, reflexivo y participativo tratamiento público del Plan Energético; ese ciudadano está, al tiempo, obligado a exigir que las autoridades cumplan el Convenio de AARHUS y la normativa que de él nace.

Exigiendo las nacidas en AARHUS un cumplimiento estricto y no la mera apariencia formal con que se viene actuando hasta el momento, entendemos que, a causa de la falta de democracia real con que se ha actuado, procede anular lo tramitado del PLENERCAN 2011-2020, unos trámites que deberán reiniciarse cumpliendo, en especial, las prescripciones del Convenio de AARHUS y toda la normativa que de él nace, pues, de no hacerse así, nos veríamos forzados a formular denuncias ante los organismos europeos competentes, así como las acciones judiciales que procedan.


Segunda.- Evaluación Ambiental Estratégica real. Evaluación conjunta del impacto de todas las infraestructuras energéticas de Cantabria, más las CC.AA. limítrofes.-

El actual Informe de Sostenibilidad Ambiental, que forma parte del proceso de Evaluación Ambiental Estratégica, no determina la distribución territorial ni localiza los parques eólicos que pueden instalarse.

Para tener una correcto conocimiento de los impactos, en lugar de la aparente EIA, el simple e incompleto corta y pega que se ha realizado, se deberá llevar a efecto una verdadera Evaluación Ambiental Estratégica, que tenga en cuenta las afecciones a los valores y características de cada territorio de Cantabria y su efecto sinérgico o acumulado.

Es imposible evaluar adecuadamente la afección real y acumulativa de todas las infraestructuras energéticas sobre el paisaje, la sociedad, la agricultura, la ganadería, la biodiversidad, el patrimonio en todas sus variantes, el conjunto del territorio o sus zonas,… valorando única y exclusivamente el impacto individual de cada una de ellas.

Tercera.- Efectuar una planificación previa: Proyecto-Plan Eólico.-

Dada la importancia que el PLENERCAN 2011-2020 parece querer dar a la generación eólica de energía eléctrica, es obligada una previa planificación territorial de todos los proyectos de tal naturaleza, incluidos los ya instalados (La Lora II, por ejemplo) o en fase de tramitación (El Castillo, a caballo entre Cantabria y Palencia o La Magdalena, a caballo entre Cantabria y Burgos) en CC.AA. limítrofes.

También se deberá elaborar un Plan Sectorial Eólico, que planifique la instalación de parques, valorando, además de los criterios energéticos y de viento, también los sociales, medioambientales, culturales, paisajísticos,... de cada zona y de Cantabria en conjunto.

Al no establecer el PLENERCAN 2011-2020 una zonificación o traslación al territorio de los 707,3 Mw previstos, no se puede saber -sólo intuir- dónde se pretenden instalar los molinos ni, por ello, su concentración y afección a los valores de cada territorio.

Cuarta.- Fijar Zonas de exclusión y Perímetros de protección.-

Es necesario inventariar Zonas de exclusión a tenor de los elementos ambientales relevantes por motivos sociales, culturales, paisajísticos,…

Son evidentes Zonas de exclusión, como decía el PLENERCAN 2006-2011, los Valles del Sur, los pasiegos, Liébana,…

Para dar una referencia de la desmesura y falta de control y planificación del proyecto eólico, podemos señalar que la potencia que el Concurso de asignación de potencia eólica, impugnado judicialmente, prevé instalar en la zona de los Valles del Sur -645 Mw- es mayor que la prevista en todo el País Vasco -624 Mw-, siendo que el País Vasco tiene una superficie quince veces mayor que la de los tres municipios que constituyen está zona; el PLENERCAN 2006-2011 sólo autorizaba 300 Mw para toda Cantabria.

Por su ilegal indefinición no sabemos cuantos Mw asigna a los valles del Sur el PLENERCAN en trámite, a los que hay que sumar los numerosos proyectos, en trámite o ya instalados en Castilla y León, que se adentran en Cantabria (ej. el Parque Castillo).

Está en trámite la declaración de la zona de los valles del Sur de Cantabria, junto a la del Norte de Palencia, como Patrimonio de la Humanidad por sus valores culturales, al constituir una de las mayores concentraciones de románico existente en el mundo -todo ello preservado en un paisaje bien conservado-, el llamado País Románico. Falta, pues, la valoración de impacto socioeconómico negativo sobre modelos de futuro desarrollo tan importantes como el de “Patrimonio de la Humanidad”.

El desorbitado planeamiento eólico condena a la zona a una innecesaria, casi exclusivo y absurda producción energética que choca, como hemos dicho, con otros proyectos de desarrollo rural y socioeconómicos ya puestos en marcha en la zona.

Quinta.- Aprobar el Plan de Ordenación del Territorio (PROT) que evalúe el impacto acumulado de todas las grandes infraestructuras, no sólo las energéticas.-

Hay que aprobar previa o, al menos, simultáneamente al PLENERCAN 2011-2020 el Plan Regional de Ordenación del Territorio (PROT) que, además de ordenar de forma global en Cantabria las agresivas infraestructuras energéticas -entre ellas las eólicas-, ordene las de todo tipo (autopistas, ferrocarriles, puertos deportivos, campos de golf, teleféricos,…), haciéndolo de forma ambiciosa en el tiempo, no sólo en el horizonte del año 2.020.

Sexta.- Aprobar la Ley que trasponga el Convenio Europeo del Paisaje, Florencia 2000 y el Inventario de Paisajes Sobresalientes y Singulares de Cantabria.-

Para acabar con la situación de ilegalidad en que vivimos hay que elaborar la Ley del Paisaje, que trasponga el Convenio Europeo de Florencia del año 2000, Ley que, además, formaba parte del programa electoral del partido que gobierna.

Séptima.- Cumplir el Reglamento de contaminación lumínica y su zonificación.-

Hay que exigir el más riguroso cumplimiento de las exigencia de ese Reglamento y, a su tenor, excluir partes importantes de nuestro territorio de la zona de actuación eólica, dada la alta calidad de su firmamento por su escasa contaminación lumínica.

Por todo ello, DEBERÁ

1. anularse el Plan Energético de Cantabria, PLENERCAN 2011-2020,

2. anularse el Concurso de Adjudicación de Potencia Eólica de Cantabria, CAPECAN 2009,

3. iniciarse urgentemente la tramitación de un PLENERCAN que, además de la crisis sistémica, tenga en cuenta las anteriores exigencias,

4. hacer lo necesario para su puesta en práctica y

5. darnos, en todo caso, respuesta razonada a lo planteado.


En Valdeprado del Río, Cantabria, julio de dos mil doce.


Argumentos en contra de un disparate (el teleférico al Castro Valnera)

Argumentos en contra de un disparate (el teleférico al Castro Valnera)



Valga una introducción para aquellos que no conozcan aún este apartado rincón de Cantabria. Desde la Vega de Pas una pequeña y muy poco transitada carretera local (la CA-630) parte, desde la misma plaza del pueblo, en dirección este, hacia el barrio dePandiyu. Tras un recorrido de unos 5,5 km por el fondo del valle termina en el lugar de la Estribera, donde se unen el arroyo Ruyemas que viene desde el sur –y baja desde los Picos de la Capía y el Cuirvu– y el Aguasal (el joven Pas) que viene desde el este y baja desde el Castro Valnera. El pequeño camino que de la Estribera (a 520 m de altitud) entra hacia las últimas cabañas de Aguasal (a 640 m de altitud), a unos 2 km, nos va a permitir en poco tiempo y sin gran esfuerzo situarnos en la base de la vertiente norte del Castru cuya cumbre se eleva casi 1100 m por encima.
El Castru, desde las cercanías de la Braguía. 6 de marzo de 1993.
Para ello, en la Estribera, en donde hasta el momento solo está indicada la ruta (PR-S76) a las praderas de Ruyemas, cruzaremos el puente junto a la pequeña zona de aparcamiento y en vez de tomar el camino señalizado a la derecha escogeremos la senda de la izquierda, junto al arroyo Aguasal que forma un estrecho vallejo boscoso; el primer tramo del camino va por el lado umbrío del vallejo hasta que esta ladera se torna muy abrupta y el camino ha de pasar a la ladera de enfrente cruzando el Aguasal por un bello y antiguo puente de piedra. La senda sigue entre robles y avellanos y asciende unos 10 m sobre el cauce del arroyo mientras que en la agreste ladera umbría (monte Helguerón) predominan robles y hayas. El camino que algo más adelante sube otro poco, unos 50 m sobre el fondo del vallejo, y se sitúa al nivel de las primeras cabañas de Aguasal, llega pronto a estas, allí donde el valle se abre algo y ha permitido el establecimiento de algunos prados y unas pocas cabañas; al fondo la mole del Castru, con su gran caída sobre Aguasal, cierra esta pequeña cuenca. Los acostumbrados a andar sobre laderas pindias pueden seguir desde aquí hasta las cercanías del Churrón (cascada) de Lelsa a través de un recorrido que se intuye por la vertiente solana del comienzo de la Canal de Labara pues los antiguos caminos, ya en desuso, se han ido borrando y los grandes helechos, en verano, no facilitan la subida.
La cara norte del Castru, desde el Siar. 16 de noviembre de 1997.
En la cumbre que aparece algo cortada en la fotografía es donde se pretende construir la estación superior del teleférico. La torre intermedia estaría junto al rellano de Lelsa algo por debajo de la cabaña que se aprecia en la foto si se aumenta esta. Los más montañeros pueden tener maravillosas vistas del Castru subiendo desde el barrio de Portilla –situado al este de La Vega– hacia las cabañas de Orra (930 m),Urmías (1100 m) o Labara (1100 m), para desde estas últimas llegar al increíble rellano de Lelsa (1050 m), justo bajo el murallón de la cumbre (a 1718 m). Otro itinerario que sugerimos para llegar a los cabañales de Labara y Lelsa se puede realizar desde el valle alto del Miera más arriba del barrio de La Concha; comienza junto a las cabañas de Bernayán, se sube hacia el cabañal de Ástragos para pasar el Portillo de Ociju y bajo el Coterón y la Len Hermosa llegar a Labara. Una antigua senda desciende desde Labara a la canal de su mismo nombre y trepa por la ladera de enfrente hasta Lelsa. El paisaje es excepcional en todo momento; su máximo valor trasciende de lo estrictamente regional para convertirse en un hito dentro del conjunto de la montaña cantábrica y el Castru es para muchos, sin duda, la montaña más bella de Cantabria.

Estas privilegiadas condiciones intrínsecas encuentran el imprescindible complemento en su grado de conservación, que es excelente. Pues bien, el Gobierno de Cantabria con su presidente Ignacio Diego como
decidido promotor quiere que un teleférico parta de la base del Castro Valnera

El murallón del Castru Valnera sobre el más extraordinario de los cabañales pasiegos: el del rellano de Lelsa. Foto tomada desde las cabañas de Culina. 6 de noviembre de 1990.
El rellano de Lelsa, desde Labara. 19 de agosto de 1989.


En primer término cabaña de Urmías, al fondo Lelsa. 3 de septiembre de 2005. El paisaje de la Pasieguería adquiere su mayor valor en las inmediaciones del Castru Valnera.

El Churrón de Lelsa. 6 de abril de 2008.

El cabañal de Laguíu y debajo el apartado vallejo del río Aguasal (o Pas) desembocando en la Estribera; foto tomada desde la Len Hermosa. 21 de diciembre de 2002. Paisaje que será destruído por la construcción de dos aparcamientos y una carretera que soportará un tráfico de cientos de vehículos. El inicio de la Canal de Labara bajo las pendientes de Lelsa, punto de confluencia de los arroyos que bajan del Castru; foto tomada desde la Len Hermosa. 21 de diciembre de 2002. Lugar muy agreste en donde pretende instalar la estación inferior del teleférico.
La escarpada vertiente norte del Castru y la ladera muy pendiente bajo el rellano de Lelsa, desde los prados de Aguasal. 6 de abril de 2008. Hasta este lugar llegaría la carretera y se ubicaría el aparcamiento; junto a los escarpes de Lelsa iría la torre intermedia del teleférico. (Aguasal) a la cumbre suroccidental del cresterío (el Altu los Dujos, 1709 m). Ello significa que el fondo del valle del río Pas, entre la Estribera y Aguasal, por donde hoy discurre la escondida y silenciosa senda para ganaderos y caminantes descrita, se convertirá en una carretera por donde se desea que el tráfico sea lo más intenso posible por supuesto, señal de que el negocio iría viento en popa. En este tramo del valle existe una colonia de una especie legalmente protegida, incluida en el Catalogo Regional de Especies Amenazadas de Cantabria, el helecho Hymenophyllum tunbrigense. Dos aparcamientos con capacidad para 430 plazas transformarán drásticamente el lugar de la Estribera y reemplazarán a las apartadas praderías de Aguasal. El mamotreto de la estación inferior del teleférico plantado en medio del hoy solitario valle dará un toque de modernidad, progreso y color a su mustio arcaísmo. La torre intermedia “adornará” un flanco del rellano de Lelsa y la estación superior “imprimirá carácter” al Altu los Dujos. Esta chapuza supone la ruina del paisaje valioso –además, en este caso, representativo por ser la montaña emblema de la Pasieguería–, socavado en su misma esencia. Animamos a recorrer el camino entre la Estribera y Aguasal –no entraña esfuerzo ni dificultad; únicamente se ha de llevar calzado apropiado teniendo en cuenta que puede haber barro y que las piedras y rocas se hacen resbaladizas–. Es la única manera de hacerse una idea de la brutal degradación a que se quiere someter a este paisaje; ninguna fotografía va a poder plasmarlo fielmente. Para ponerle la guinda a toda esta ridiculez parece ser que, además, se tienen previstas otras instalaciones en plena montaña junto al Castru, como si estuviéramos en la misma plaza de La Vega: un restaurante y una tienda de souvenirs. Y estamos hablando de un territorio que está protegido dadas sus características, como es obvio, íntegramente comprendido en el Lugar de Interés Comunitario de la Montaña Oriental, de la Red Natura 2000.

[Tomado de La conservación del paisaje en los Parques Nacionales. Eduardo Martínez de Pisón y Nicolás Ortega Cantero (eds.). Ediciones de la Universidad Autónoma de Madrid y Fundación Duques de Soria. Madrid, 2007.]

Lo que más nos preocupa es el hecho de que este proyecto, simple, desfasado, propio de otros tiempos –que en nada favorece al prestigio de una Comunidad y sus gobernantes–, haya podido salir de las profundidades de un oscuro cajón de algún despacho del Gobierno regional, para ser expuesto a la luz pública en La Vega, entusiásticamente, por todo un presidente de Cantabria el 11 de mayo del año 2012 de nuestra era, quien no ha tenido reparo alguno en asegurar que las obras guardarán el máximo cuidado medioambiental, que “se pondrá todo el esmero”; en fin, la habitual y sarcástica cantinela que acompaña a estas iniciativas. Forzosamente se ha tenido que desoír olímpicamente abundantes opiniones críticas provenientes de los técnicos en los diversos aspectos relacionados con la conservación de la naturaleza cántabra. Y esto nos lleva irremediablemente a una conclusión: si este engendro es defendible por nuestros dirigentes cualquier otro también puede serlo, luego se avecinan tiempos difíciles para nuestro ya maltrecho patrimonio natural.
De la lectura de la crónica que el sábado 12 de mayo El Diario Montañes dedicó a la presentación del proyecto se deduce que el presidente Diego equiparó, en todo momento, el teleférico de Fuente De al pretendido del Castro Valnera, lo que nos plantea un dilema: o el señor Diego no ha subido nunca al Castru o está intentando engañar a la gente. Vamos a justificar nuestra afirmación aunque algunas explicaciones son tan evidentes que incluso podríamos haberlas obviado. Es cuestión casi de dominio público que el valle de Liébana goza de un microclima especial, mucho más seco y soleado que el resto de la vertiente cantábrica y
esto es así, lógicamente, porque el gran macizo de los Picos de Europa resguarda al valle, en buena medida, especialmente en verano, del aire húmedo procedente del Cantábrico causante de la nubosidad de estancamiento y de las lluvias. A pesar de su elevada altitud (1850 m) la zona de la estación superior del teleférico del Fuente De (el Cable) no deja de beneficiarse de esta privilegiada circunstancia ya que el círculo de montañas picoeuropeanas que le protegen le sobrepasa ampliamente. Sin embargo, es mucho menos conocido el “microclima” del que “disfrutan” los Montes de Pas, y el macizo del Castro Valnera en especial. Gracias a las mediciones que se hicieron o se siguen haciendo en estaciones pluviométricas emplazadas en las cuencas altas de los ríos Miera y Trueba sabemos que, a una altitud de 700 m, en el fondo del valle del alto Miera la precipitación media estabilizada anual está en torno a los 2500 l/m²; y que en el fondo del valle del alto Trueba, a 1050 m, se eleva a 2600-2700 l/m². Como dato orientativo podemos añadir que la Delegación en Cantabria de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) intentó establecer una estación meteorológica en el destacamento militar de la cumbre del Picón del Fraile, el Escuadrón de Vigilancia Aérea nº 12, con el fin de estudiar las interesantes características climáticas de la segunda cumbre pasiega más elevada. Pero las rigurosas condiciones que imperan allí – transcribimos el comentario incluido en el foro de la web del Ejército del Aire:

Físicamente, el EVA nº 12 se encuentra ubicado en el extremo oriental de la Cordillera Cantábrica, y sobre el denominado Picón del Fraile (1659 mts). Desde el punto de vista geográfico político, sus instalaciones se encuentran a caballo de la divisoria entre la provincia de Burgos y la Comunidad Autónoma de Cantabria, y por tanto sobre terrenos de los municipios de Espinosa de los Monteros y Soba. De su localización se derivan dos características que condicionan de manera importante la vida y funcionamiento de esta Unidad: El alejamiento de grandes núcleos de población (las capitales más cercanas son Burgos (100 Km), Santander (100 Km) y Bilbao (66 Km) y Condiciones climatológicas de extrema dureza en invierno, pudiéndose alcanzar temperaturas de hasta - 20° C y con un gran volumen de precipitaciones en forma de nieve, lo que frecuentemente origina periodos de aislamiento de la Unidad– han impedido hasta el momento a la AEMET el obtener registros adecuados; en los dos únicos meses en que existen datos casi completos las precipitaciones superaron a las medidas en el fondo de los valles. De manera que no es descabellado pensar en una precipitación media anual estabilizada en el Castro Valnera de unos 3000 l/m². Contados lugares en la Península Ibérica e incluso en el resto de las montañas europeas superan estos elevados totales. Esta cantidad supone el doble de la precipitación que se estima para la estación superior del teleférico de Fuente De, que apenas llegaría a los 1500 l/m². Las comparaciones de las precipitaciones anuales medias, en el periodo.


Las inaccesibles laderas de la cara norte del Castru revestidas de densos herbazales favorecidos por lasabundantísimas precipitaciones y frecuentes nieblas. Foto tomada desde el Picón de los Lastreros. 30 de agosto de 2005. 2003-2008, registradas en las estaciones de estas dos diferentes comarcas no dejan lugar a dudas, en Pido (cercanías de Fuente De): 1260 l/m² (en julio: 31 l/m²; en agosto: 42 l/m²); en el alto Miera: 2270 l/m² (en julio: 62 l/m²; en agosto: 102,1 l/m²); en el altoTrueba: 2330 l/m² (en julio: 54 l/m²; en agosto: 123,6 l/m²). En 2011, en la estación inferior del teleférico de Fuente De (a 1100 m) se totalizaron 1162,2 l/m² que se distribuyeron en 168 días; en el alto Miera (a 700 m) 2065 l/m² en 201 días. En julio+agosto, en Fuente De hubo 24 días de lluvia; en el alto Miera 39. Otro apartado fundamental en la climatología de los Montes de Pas es el relativo a la nubosidad y las nieblas –a la escasa insolación y a la falta de visibilidad en suma–.
El hecho de que Liébana sea un valle notablemente más soleado que el resto del territorio cántabro situado al norte de la Cordillera, sobremanera en la época estival, lo comprueban muchos días los que atraviesan el desfiladero de la Hermida: puede estar nublado o incluso morrinar, o llover con cierta intensidad, en la costa para ir deshaciéndose la nubosidad al llegar hacia Lebeña y quedar en Liébana los cielos prácticamente despejados. Los cambios repentinos en las condiciones de visibilidad en pocos minutos son muy típicos de las montañas cantábricas al quedar inmersas en cerradas nieblas y reducida la visión a escasos metros, sumidas en un ambiente frío y húmedo; con el consiguiente riesgo de extravío, especialmente grave en montañas como la que nos ocupa. En el Cantábrico oriental –este de Cantabria y País Vasco– el verano es más inseguro que en el resto de la vertiente cantábrica y la comarca de los Montes de Pas está más expuesta a la nubosidad y las nieblas. A poca inestabilidad que se presente las nubes que se van formando se agolpan contra la cara norte del Castru, sobrepasan la cumbre e incluso desbordan hacia el alto Trueba.

Esta estampa es mucho menos frecuente en verano en la vertiente lebaniega de los Picos de Europa, y en el mirador del Cable, pues la nubosidad no puede traspasar la muralla que supone el gran macizo montañoso y la visibilidad puede ser excelente.

 Un típico día de agosto en la cabecera del río Trueba (Burgos). Las nubes ocultan la cumbre del Castru, en el centro de la fotografía, entre la Capía a la izquierda y la Cubada Grande a la derecha, y la nubosidad pasa a la vertiente sur.

En las montañas de la Cantabria oriental la gran visibilidad está casi garantizada los días otoñales, invernales y de comienzos de la primavera, en que sopla el ábrego (el viento sur), pero especialmente en las cumbres pasiegas de la divisoria lo suele hacer con una fuerza huracanada –tanto este viento como el de los temporales del NW–. Lo saben bien los pasiegos de toda la vida, los militares del EVA 12 del Picón del Fraile que vieron volar, el 7 de marzo de 2007, hecha trizas la protección esférica (radomo) del radar instalado en la cumbre, y la empresa que explota los molinos eólicos de la Sía: el viento tumbó la línea eléctrica de alta tensión durante los dos años consecutivos posteriores a su instalación por lo que tuvo que acabar siendo soterrada. La cumbre del Altu los Dujos, donde irían mirador y estación superior del teleférico, es el lugar más expuesto a los vientos huracanados del SW y NW del cresterío del Castru, es su “proa al viento”; el Castru por ser la cota máxima de la Pasieguería se presenta como una cumbre aislada, libre de obstáculos y, por tanto, donde se van a registrar las máximas velocidades del viento.


El Churrón (cascada) de Lelsa “ascendiendo” debido a la fuerza del ábrego (viento de componente sur).
29 de marzo de 2008. Hubo que tomar la foto con teleobjetivo; no se pudo llegar a la cascada pues la velocidad del viento hacía arriesgado el subir por la ladera. La racha máxima medida en el aeropuerto de Parayas a esas horas fue de tan solo 46 km/h. Tampoco podríamos asegurar que las infraestructuras planeadas para el fondo del valle –carretera, aparcamientos, estación inferior del teleférico– vayan a quedar totalmente a salvo de desagradables sorpresas. Lo decimos porque sobre ellas hay grandes desniveles y fuertes pendientes (véase, por ejemplo, en la fotografía inferior de la pág. 5, bien elocuente al respecto, el lugar en que se va a edificar la estación inferior) que favorecerán las avalanchas de nieve y piedras; tampoco es desdeñable el perjuicio que puedan causar las súbitas crecidas de los arroyos que bajan despeñados por la cara norte del Castru. En cuanto a los efectos de las nevadas, es conocido el hecho de que las vertientes cántabras de los puertos de Lunada y Estacas de Trueba tardan en quedar abiertas debido al alto riesgo de aludes que, concretamente en las Estacas, bajan hasta unos 700 m de altitud y suelen llevarse por delante los “quitamiedos” metálicos de la carretera.
 
Efectos de la riada del 16 de marzo de 2011 en las proximidades de la Estribera. Imagen tomada de la edición digital de El Diario Montañés.


Y respecto a riadas, una bien reciente y muy ceñida al entorno del Castro Valnera se produjo el 16 de marzo de 2011. Destrozó varios tramos de la carretera de Pandiyu a la Estribera –en las cercanías de la Estribera la carretera desapareció casi por completo en un tramo de 50 m–. Según mediciones efectuadas en el alto Trueba, en 3 días cayeron 324,2 l/m² y, de ellos, más de 200 en un solo día (el 16); a saber lo que se habría recogido si hubieran existido pluviómetros en las cabeceras de los arroyos Ruyemas y Aguasal.

Vistas las desfavorables condiciones climatológicas otro aspecto fundamental a tratar es la morfología del Castru, que no es en absoluto acogedora; ello adquiere especial relevancia en el caso de la cumbre como destino de multitudes tal y como se quiere promocionar. Su cara norte, la vertiente cántabra, queda claro que consiste en un  impresionante e impracticable despeñadero de 1000 m de desnivel. Su ladera sur, vertiente burgalesa, cae menos abruptamente pero su travesía, en especial con niebla o vientos violentos, no está libre de riesgos ya que es rocosa en parte, cubierta de matorral bajo –enebrales rastreros alpinos (incluidos bajo el código 4060 en la Directiva Hábitat) y brezales de alta montaña (código 4030)– que oculta rocas aflorantes, piedras, declives y agujeros; está surcada por abundantes grietas y hay cantiles y profundas simas. En cuanto a las cumbres, la divisoria del cresterío, por donde pasa el límite entre Cantabria y Burgos es afilada y rocosa y no es posible su recorrido íntegro pues han de ser salvados los cortados que encastillan el Altu los Dujos y la cumbre principal del Castru; es preciso descender unos metros por la ladera burgalesa y seguir un camino para volver a la cima –no aconsejamos a personas no experimentadas seguir la senda que va por el norte, al borde del abismo–. Todo lo descrito contrasta de manera radical con el paisaje que se encuentran los que llegan a la estación superior del teleférico de Fuente De, holgado rellano a partir del cual, con muy poco desnivel, un amplio camino se adentra en Lloroza hacia la Vueltona o por la Horcadina de Covarrobres se baja tranquilamente y sin riesgo alguno a Áliva.
Vamos a introducir algunas precisiones relativas a los límites provinciales, otra dificultad añadida que el Gobierno de Cantabria suponemos conocerá de sobra porque tendrá en su poder el correspondiente expediente de deslinde. De la consulta –en la delegación en Cantabria del Instituto Geográfico Nacional– del Acta de Deslinde y del Cuaderno de Campo referentes al Castro Valnera se deduce que los límites entre Burgos y Cantabria allí deben seguir estrictamente la divisoria de aguas. De manera que, al ser tan aguzado el cresterío, lo que le toca a Cantabria se reduce al borde del despeñadero y la vertiente sur del Altu los Dujos desde la Cubada Grande. La totalidad del terreno que se ve pertenece a Burgos y es una ladera de grandes pendientes. Se aprecia cómo solo existe un paso, justo debajo de la cumbre, para salvar los cantiles que encastillan a este sector occidental del cresterío. 23 de mayo de 2012. Detalle de los cantiles del Altu los Dujos desde la senda a la cumbre principal del Castru. Todo en terreno burgalés. 31 de mayo de 2012.


La vertiente burgalesa del Castru bajo la senda del Altu los Dujos a la cumbre principal. Se observa lo complicado del terreno en caso de tener que descender por estas laderas. 31 de mayo de 2012. Una de las numerosas grietas de la vertiente burgalesa del Castru, bajo la senda de los Dujos a la cumbre principal. Al fondo la Cubada Grande. 31 de mayo de 2012.
El Altu los Dujos desde la cumbre principal del Castru. Se observa el afilado cresterío y la inclinación rápida hacia el sur, de manera que Cantabria apenas posee terreno en la cumbre. 23 de mayo de 2012. La niebla cerniéndose sobre el Altu los Dujos y el borde del precipicio sobre la vertiente cántabra. 15 de mayo de 2012.

La vertiente cántabra del Castru Valnera y su rocosa cumbre principal encastillada, desde el Altu los Dujos. Según Ignacio Diego, presidente de Cantabria, un lugar tan apropiado como Fuente De para que accedan a él miles de personas no expertas en excursiones por la montaña. Únase a esta imagen la niebla húmeda tan frecuente en estas cumbres, que hace resbaladizo el roquedo. 23 de mayo de 2012 el despeñadero mismo. El límite baja hacia el collado de Peña Negra (1408 m) por la arista muy pendiente y rocosa que desciende hasta a él desde el Altu los Dujos, por lo que esta franja de la ladera sur sobre el collado pertenece también enteramente a Burgos. Decimos todo esto porque los límites provinciales dibujados en la hoja 0502, escala 1:5.000, de la Base Topográfica Armonizada de Cantabria no son válidos: se adjudica a Cantabria una franja de terreno que es legalmente burgalesa según el Acta de Deslinde y, concretamente, del Altu los Dujos solo tiene Cantabria el borde del precipicio y no toda la cumbre como se pinta en ese mapa. Concluyendo, va a ser muy difícil que el Gobierno de Cantabria pueda mover una piedra en los Dujos sin llegar a un acuerdo previo con la Junta de Castilla y León.

Según las cifras que ofreció el señor Diego en La Vega, el teleférico de Fuente De mueve unas 247.000 personas al año, lo que no dudamos siendo como son Liébana y la costa los destinos turísticos preferentes en Cantabria. En el caso de Liébana el gran macizo de los Picos de Europa es un inigualable reclamo a nivel internacional. Fuente De no solo es un mirador, es un punto de partida para adentrarse en el Parque Nacional para muchos montañeros o un buen lugar para que los turistas tomen un primer contacto con ese paisaje extenso y grandioso dando un paseo por los alrededores del Cable e incluso lleguen a la Vueltona y Áliva. Junto a la anterior cifra ofreció la siguiente y curiosa previsión: al mirador del Castro Valnera espera que asciendan y desciendan el primer año 191.725 personas, ni una más ni una menos parece ser. Y ello a razón de 450 personas por hora. Teniendo en cuenta todo lo que se ha dicho hasta ahora ya nos gustaría a nosotros saber qué va a hacer tal aglomeración de gente en el cresterío del Castru, y eso en los días de buena visibilidad. ¿Pagarán por subir e inmediatamente bajar para dejar sitio a los siguientes? ¿Se pondrán a explorar los alrededores? ¿Y si súbitamente se les presenta la niebla a mitad de camino? ¿Es que se va a vallar todo aquello para que nadie se desmande y dé un resbalón? ¿Algún guarda de seguridad para controlar al personal, como hacen los socorristas en la playa? El perfil mayoritario de las personas que suban en el teleférico no va a corresponder al de montañero experimentado, muy al contrario: turistas con sandalias, “ropa de paseo” y, es de suponer, muchos niños. Llegados a este punto y después de todo lo manifestado, puesto que el presidente Diego lo obvia alegremente o lo calla interesadamente, los ciudadanos que conocemos el Castru queremos dejar muy clara la siguiente advertencia a los que promueven y apoyan este proyecto: se pretende subir a decenas de miles de personas sin experiencia montañera alguna a la cima de una montaña peligrosa.

Para finalizar, recomendamos a los representantes del Gobierno Regional que impulsan este despropósito que no se metan en berenjenales medioambientales, económicos, competenciales y derivados de la seguridad de las personas; y a los verdaderos amantes de la naturaleza en general que visiten la Pasieguería, que recorran sus caminos, a pie o en bicicleta –los hay para todos los gustos y capacidades físicas–, que se acerquen al Castru por la Estribera y Aguasal o por Ociju y Labara para contemplar la cara norte de esa montaña inquietante que algún gigante arañó hace millones de años. Así, los que no conocen a fondo estos paisajes comprenderán por qué los defendemos y asumirán que la comodidad no es el valor supremo al que haya de hipotecarse la adecuada conservación de nuestro patrimonio natural y hurtársela a las generaciones venideras. Disfrútenlo y, ya saben, ¡cuidado con la niebla!

Defensores del Castro Valnera. Santander, 22 de junio de 2012

RECHAZO AYUNTAMIENTOS PARQUE EÓLICO PAÍS VASCO

Deia 25 de julio de 2012


Laudio, Orozko y Amurrio rechazan el parque eólico previsto en Jesuri.

Las tres administraciones solicitan conjuntamente la paralización del proyecto
Susana Martín- Miércoles, 25 de Julio de 2012 - Laudio.

Los ayuntamientos de Laudio, Amurrio y Orozko se reafirmaron ayer en su oposición a los proyectos de parques eólicos previstos en terrenos de Jesuri-Larragorri y de Ganekogorta con la presentación de un comunicado conjunto de rechazo a estas dos iniciativas.

Desde las tres administraciones locales afectadas muy directamente por la posible construcción e implantación de un miniparque eólico en Jesuri recuerdan que se trata de un "proyecto que no cumple herramientas de planeamiento como son los Planes Generales de Ordenación Urbana, las Directrices de Ordenación Territorial, el Plan Territorial Sectorial de Energía Eólica y el Plan Territorial Parcial de la zona de Laudio", precisó la alcaldesa de la villa de Amurrio, Josune Irabien.

Es una razón de suficiente peso como para "hacer imposible la tramitación del proyecto", aseguraron, pero tal y como afirmó ayer el primer edil de Orozko, José San Pedro, "llevamos ya un año sin tener noticias ni comunicaciones sobre el estado de la iniciativa".

Por ello, y ante la preocupación que existe ante el impacto ambiental que podría tener esta infraestructura en sus respectivos términos municipales, los ayuntamientos de Laudio, Amurrio y Orozko han suscrito una declaración en la que solicitan "la paralización de la industrialización de nuestros montes y del proyecto de construcción de centrales eólicas en Jesuri-Larragorri, la inclusión en el nuevo Plan Territorial Sectorial de la Energía Eólica de los criterios medioambientales que tanto la Diputación como las Juntas Generales de Araba recogen en su Plan Mugarri y la apertura de un proceso para la protección de los parajes de Jesuri y Ganekogorta", enumeró San Pedro.

Los representantes políticos de estas tres localidades aseguraron que "seguiremos haciendo todo lo que esté en nuestras manos para paralizar estos proyectos" y de hecho recordaron las medidas adoptadas ya por sus respectivas corporaciones. "En 2011 el Ayuntamiento de Amurrio se posicionó sobre este tema. En Orozko se rechazó ese mismo año tras un proceso consultivo a la población y en Laudio durante la anterior legislatura, se presentaron alegaciones contra el proyecto y a principios de año se aprobó una moción de rechazo".