DINAMARCA EL MILAGRO EÓLICO COMO EJEMPLO

Parece ser que siempre que se habla de energía eólica se tiene como referente a Dinamarca y su simple mención parece justificar cualquier acción, por disparatada que sea; al final parece que Dinamarca siempre es más. Por ello conviene hacer estar puntualizaciones.

Dinamarca es un país nórdico, con 5.000.000 millones de habitantes y una superficie de 43.094 KM2, en relación con Cantabria con 582.000 habitantes y un territorio de 5.221 KM2, lo que viene a ser aproximadamente, más menos, unas 10 veces mayor.

Su desarrollo eólico terrestre es de 2.760 MW, lleva desde el año 2.001 prácticamente sin aumentar; no parece que lo de Dinamarca sea para tanto.

En Cantabria, se quieren instalar 1.500 MW, es decir la carga de molinos por habitante y por superficie planteada es cuatro veces mayor que la que tiene Dinamarca. Esta situación que habla por si sola de la desproporción del desarrollo eólico que se nos propone.

De todas formas hay que hacer otras consideraciones de qué significa el milagro danés y cual es su ejemplo.

Dinamarca lleva desde el año 1980 sin aumentar su demanda de energía, ello a pesar de haber aumentado su PIB en un 78%, es decir, la acción más importante de su política energética es la eficiencia y el ahorro energético. Frente a esta situación, España ha aumentado su consumo eléctrico, en ese periodo, en más del 100%.

¿Cómo han conseguido este “milagro”?, con medidas estudiadas, meditadas y adecuadas, que se pudieron poner en práctica gracias al apoyo ciudadano. Se subió el precio de la electricidad y se puso multas a las empresas por consumo excesivo de energía; luego si presentaban proyectos de ahorro les devolvían el dinero. Pusieron plantas de cogeneración, calefacción y eléctrica, cerca de las ciudades y quedó prohibida la calefacción eléctrica; la basura una vez reciclada, se convierte en electricidad.

En el transporte, han hecho que la bicicleta sea el principal medio de desplazamiento, sobre todo a nivel local, con una extensísima red de carriles bicis; en los coches tienen impuestos del 75%. Incluso hubo momentos que optaron prohibir circular los coches particulares los domingos.

Luego, también, potenciaron la energía eólica. Mesuradamente, consensuadamente. Baste decir, que cuando colocaron el parque eólico frente a Copenhague, tras años de debates y modificaciones, se hizo gestionado mediante una cooperativa de ciudadanos y con el apoyo del 85% de la población.

Ahorro, eficiencia energética, energías renovables y participación ciudadana. Dinamarca es uno de los países mas desarrollados y con un mayor calidad de vida; el año pasado fue considerado el país menos corrupto del mundo; su democracia y participación ciudadana, permiten que decisiones, a veces tan fuertes, se puedan llevar a cabo, pues los ciudadanos perciben que lo que se hace es razonable para los fines propuestos, está pensando en el bien común y tiene su consenso.

Cualquier comparación con lo que esta pasando en nuestra región, sin estudios, a espaldas de los ciudadanos, derrochando los dineros, todo desproporcionado e incidiendo solo en una variable, que por casualidad es en la que mueve más dinero, produce cuando menos sonrojo y decepción. Pues eso, que no hay milagros.
CORE
(Cántabros por la Ordenación Racional de la Energía Eólica):

ADIC, ARCA, Asociación ARCERA, Cantabria Nuestra, Federación ACANTO, Foro Becedo, Fundación Naturaleza y Hombre, Mortera Verde, SEO/Birdlife, Revista Cantárida

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