¿QUÉ NECESITAN LOS PUEBLOS DE CANTABRIA?



Más que dinero lo que necesitan los pueblos es ante todo GENTE.

El dinero en sí mismo, si no responde a proyectos de desarrollo que generen riqueza y asienten población en la zona se queda en tan sólo eso, dinero, que puede cubrir alguna que otra necesidad pero nada más. Tenemos ejemplos muy cercanos que han fracasado, como el del Centro de Educación ambiental de La Lastra, o el mismo modelo ficticio y especulativo de crecimiento rápido asentado en la construcción.
Nos encontramos por un lado, en un modelo de industrialización de los montes a cambio de dinero y por otro, en un modelo de desarrollo rural sostenible basado en el patrimonio natural, cultural y paisajístico, como generadores de riqueza y de asentamiento de gente en el mundo rural, (que no destruye su recurso porque si no dejaría de ser rural).

Este modelo está apoyado incluso por la propia legislación vigente:

Ley 45/2007, de 13 de diciembre, para el Desarrollo sostenible del medio rural (BOE, nº 299, de 14 de diciembre 2007) y el PROGRAMA 2010-2014 de Desarrollo Rural Sostenible.
La propia idea de PAÍS ROMÁNICO, que engloba el norte de Palencia, sur de Cantabria y norte de Burgos, se concibe como un programa de desarrollo rural sostenible en torno a la explotación racional de la naturaleza y del enorme y rico patrimonio cultural de la zona.

El enorme número de parques y molinos es incompatible con esta idea del País románico, que incluso aspira a convertirse en PATRIMONIO DE LA HUMANIDAD.



NO TODOS APUESTAN POR LA ENERGÍA EÓLICA

El desarrollo rural, no siempre pasa por el dinero goloso ofrecido por las eléctricas a concejos y ayuntamientos. Algunos han apostado e invertido desde hace años en otro modelo que puede verse afectado por la instalación de estas grandes industrias eólicas o que puede repercutir negativamente en la propia calidad de vida de sus habitantes.

Es el caso del valle de Carranza en Vizcaya, que linda con Cantabria, o el del valle de Mena en el Norte de Burgos.

2 comentarios:

  1. Vivo en una zona que sufre tambien el azote de los molinos, para obtencion de energia, realmente son ºmonstruososº, si te colocas en la base y miras hacia el cielo, cuando sus aspas estan en funcionamiento y hay nubes, da la impresion de que se balancean los postes de sujeccion, ºefecto visual por el paso de las nubesº
    A todo esto, me han comentado que para sujetar esas moles, tienen que enterrar en el suelo ,cientos de toneladas de hierro y cemento, ¿quien quitara toda esa basura enterrada? cuando ya no sean utiles o se sustituya, por otra mas razonable,la emergia que ahora producen.

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  2. Quienes viven en estos pueblecitos no valoran suficientemente lo que poseen: la tranquilidad, el silencio, el aire que respiran, el agua que beben, la oscuridad de sus noches y sus estrellas.

    Nos quieren rodear de molinos, con sus pistas, ruidos y lucecitas, que nos hará creer que estamos en una discoteca.

    Todos los fines de semana, la gente urbana se escapa a rincones como estos buscando lo que nosotros tenemos, además del contacto con la naturaleza perdido.

    ¿Valoraremos todo esto cuando ya no lo tengamos?

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