"NUEVO MODELO PRODUCTIVO EÓLICO". DEBATES EÓLICOS


Fuente: Informe Energía Eólica en Cantabria. CORE, octubre 2011

6.- ECONOMIA


6.1. ENERGÍA EÓLICA COMO “NUEVO MODELO PRODUCTIVO”

La energía eólica por sí sola no es garantía de desarrollo.

Existen otras COMUNIDADES, Andalucía, Galicia y las dos Castillas, que son las que más aerogeneradores tienen instalados, sus posiciones en cuanto a desarrollo económico y paro, las pone en los últimos puestos del país.

Otras comunidades autónomas como Cataluña, País Vasco, Baleares, Madrid no tienen un desarrollo eólico tan desproporcionado como el planteado en Cantabria y no por eso dejan pasar la modernidad ni hipotecan su futuro.

Otros PAÍSES como Francia, Suecia, Reino Unido…, desarrollados y comprometidos con el medio ambiente y con un territorio bien conservado, no basan su desarrollo y su compromiso con el cambio climático en la energía eólica, lo que nos debe hacer pensar que también hay otras formas de abordar estos problemas.

Dado que no existen razones climáticas, ni energéticas que lo avalen, las acciones emprendidas para instalar una potencia mayor de las cuotas compartidas con el resto de España, que en principio podríamos estimar en unos 350 MW hasta el año 2.020, tendrían que considerarse opciones puramente económicas. Sólo cabría considerarlas en tanto en cuanto no perjudiquen otros aspectos de la región o al menos valorar sus ventajas e inconvenientes.

El eólico es un sector que depende de subvenciones y normativas específicas de apoyo, de carácter estatal y por lo tanto fuera de nuestro control, las cuales pueden modificarse o suprimirse en cualquier momento y echar por la borda todas las previsiones de viabilidad económica.

La precipitación en las decisiones en temas económicos no es buena consejera. No se entiende cómo un plan como el Energético 2.006-2.011, casi recién aprobado con un futuro de aplicación hasta el año 2.011, se cambie sin justificación alguna a los 3 años de su aprobación. Sin llegar a desarrollar los 300 MW eólicos previstos, solo están 35 MW instalados, se pasa a querer instalar 1.500 MW.

Se dice que se va a cambiar el modelo productivo, industrial y de empleo, sin estudios, sin previsiones, sin tener en cuenta al resto de los sectores, sin contar con la ciudadanía y lo más preocupante sin un plan o programa estratégico de directrices y actuaciones consideradas más favorables y adecuadas para el desarrollo económico y social de nuestra comunidad.

Se dio a las empresas dos meses para que hicieran ofertas de creación de industrias e inversiones millonarias. Dos meses para estudiar y plantear acciones sólidas y permanentes en I+D+i que van a cambiar a la sociedad cántabra… No parece un buen inicio.

En todo caso en el ámbito tanto económico como social, hay que considerar los sectores productivos en su conjunto y valorar las posibles interferencias entre ellos, máxime cuando se plantean actuaciones tan impactantes sobre el territorio.

También hay que considerar en los estudios de viabilidad económica los costos medioambientales, que no pasan por la contabilidad de las empresas actoras pero que repercuten en otras empresas y en la propia sociedad. Está asumido, al menos en otros sectores, que el que contamina debe de afrontar el coste de los daños producidos. En el sector eólico parece que esto no sucede.

El nuevo Gobierno Regional salido de las urnas en las últimas elecciones prima en su programa de legislatura el turismo como uno de los factores económicos básicos para el desarrollo de la región. Ante esta propuesta hay que pensar que el desmesurado desarrollo eólico no puede tener cabida. No se puede apoyar a la vez dos políticas que se contraponen. Con un paisaje deteriorado no hay turismo.

Por poner un ejemplo, solamente relacionado con el sector turístico, enumerar algunos los subsectores que se verán afectados por el desarrollo eólico: hoteles, restaurantes, campings, casas rurales, agencias de viajes, ocio, guías turísticos, deportes aventura, e indirectamente comercio, artesanía, productos típicos,…

6.2. TURISMO RURAL

Como ejemplo y desde una perspectiva económica, merece un comentario aparte uno de los subsectores que se van a ver más afectados por la implantación desmesurada de parques eólicos en Cantabria: el turismo rural.

Este sector que lleva años desarrollándose en todo el ámbito regional, se caracteriza por ubicarse en lugares de interés paisajístico y cultural.

Su actividad, aparte de los rendimientos económicos, ayuda a la mejora de los núcleos rurales, siendo significativa su labor para la recuperación del patrimonio construido, tanto por la acción directa en la recuperación de sus edificios, como por el valor ejemplarizante y de modelo que genera en sus entornos. Además, el turismo rural favorece el asentamiento estable de personas en el territorio, ayuda de manera importante a la revitalización de las economías rurales, complementarias de las agrícolas-ganaderas (artesanía, productos y servicios), revaloriza el sentimiento de lo rural y promueve el conocimiento de nuestro territorio y sus valores. Tiene aparte del carácter económico un alto contenido social.

En el año 2.009 existían 569 establecimientos registrados por la Dirección General de Turismo, manteniendo una cifra superior a los 1.500 puestos de trabajo directos. El sector aporta una parte significativa del producto interior bruto regional, teniendo una proyección de futuro prometedor.

Esta importante actividad productiva, instalada en el 85% del territorio cántabro considerado como zona rural, no está reconocida en el PLENERCAN 2011-2020. Se debería, al menos, cuantificar y valorar los efectos de las instalaciones de aerogeneradores frente a este sector productivo y social.

Este sector emplea el patrimonio paisajístico como materia prima de su actividad productiva, siendo el paisaje su activo clave, capaz de convertirse en recurso productivo con un alto valor económico.

La destrucción de los entornos de nuestros pueblos, la homogenización y banalización de los paisajes afectará de lleno a esta actividad. La gente no va a ir a descansar y a recrearse a los centros industriales en que se conviertan los territorios donde se instalen los polígonos eólicos.

Después de tantos años de trabajo para levantar una infraestructura tan importante, tantos dineros invertidos, privados y públicos, tanto esfuerzo personal y familiar va a ser tirado por la borda.

El patrimonio tiene un alto potencial económico. El turismo en España genera el 12% del PIB. El sector cultural en España representa el 3% del PIB

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