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EMPLEO

Bajo el inerme gigante parado circlea el alimoche y
el aguilucho cenizo reclamando un territorio que es el suyo


LA NUEVA COLONIZACIÓN DEL MEDIO RURAL:
 LOS PARQUES EÓLICOS
José Martínez Sánchez

"Las altas cuantías monetarias destinadas a la creación de “empleo verde” en el sector de energías renovables, han llevado a plantear la existencia de un alto coste de oportunidad de las ayudas a las tecnologías de energía renovable en la creación de empleo y la obtención de beneficios ambientales. De este modo, estudios como el de Frondel, M., en 2010, pronosticaban en el largo plazo un equilibrio “empleo neto igual a cero” (o incluso negativo), incidiendo en la idea de que los empleos generados mediante la promoción de energías renovables se desvanecen tan pronto como se termina el apoyo del gobierno. Por otro lado, es necesario tomar con cautela el crecimiento del empleo que puede generar el sector de las energías renovables en el medio rural, ya que todo el empleo que genera el sector no suele asentarse sobre el medio rural receptor de las instalaciones energéticas. (….) la utilización de recursos territoriales procedentes del medio rural en la producción energética, no se ve consecuentemente traducido a puestos laborales. Gran parte del empleo que es generado por recursos procedentes de zonas rurales va a parar a zonas con un carácter urbano más marcado, no favoreciendo –al menos en la medida que tradicionalmente se suele anunciar- en el desarrollo de estas zonas. Es por tanto una situación donde gran parte de los recursos procedentes de zonas rurales van a aportar empleo (y actividad económica) a zonas urbanas, que además son las principales beneficiarias de la energía producida con estos recursos. Esto implica por tanto la utilización de parte de los recursos del medio rural en el desarrollo del medio urbano, lo que puede incurrir en el agrandamiento de la brecha de desarrollo existente entre ambas sociedades". 

(La nueva colonización industrial del medio rural: los parques eólicos-José Martínez Sánchez, 2011) (“Estudios sobre parques eólicos”, Monografía asociada a la “Revista Aranzadi de Derecho Ambiental”, nº 18, págs. 95 y 96)

EÓLICOS NO TAN VERDES

El viento, la magia y la mentira de la energía eólica
La mística asociada a la energía eólica nos la ofrece como una industria limpia pero, 
¿realmente lo es?

LUIS I. GÓMEZ FERNÁNDEZ 2014-03-02

El viento, sinónimo de aire fresco, limpio, imágenes de niños respirando libres en una playa, ancianos felices caminando por un bosque. El sol, radiante entre los visillos de nuestras ventanas, regalando luz y calor...

Los eco-especuladores de la industria eólica y solar utilizan estos modelos de asociación con el fin de dar a su industria la imagen de una industria limpia, al tiempo que las plantas eléctricas de carbón o las centrales nucleares son denigradas como "contaminadores" peligrosos para la vida de los niños, los ancianos, los animales. Dado que los trabajadores en ese tipo de instalaciones gozan de la misma buena o mala salud que quienes trabajan en un parque natural, el uso propagandístico y a gran escala de tragedias como la de Fukushima se convierte en prioridad absoluta. Del efecto demoledor en toda mente medianamente preocupada por su medioambiente de las imágenes de una montaña castrada por una explotación de carbón a cielo abierto, o una marea negra tras el hundimiento de un petrolero no necesito escribirles nada.

El cambio climático, el desastre climático: sin pausa y a través de todos los canales de comunicación modernos la información servida de forma absolutamente masiva nos inculca el mensaje de que las personas, nosotros todos, pecamos contra el clima mediante el consumo desenfrenado de energía. Una de las imágenes favoritas es la del oso polar supuestamente muerto de hambre por nuestra culpa, abandonado y famélico sobre un minúsculo islote de hielo en el Mar del Norte. Sin embargo, mediante el pago de una bula -en forma de un pequeño recargo sobre cada kilovatio hora- podemos, según el mensaje de la salvación que nos lanzan los camisetas verdes, ser rescatados del pecado y dormir con la conciencia ambiental pura y tranquila.

Con ese dinero se financian los monstruos de aspas, algunos de hasta 200 metros de altura, que nos proporcionan electricidad supuestamente limpia, respetuosa con el clima y gradualmente redentora de los males que hemos causado con las plantas de carbón y la energía nuclear. Así, mientras algunas mentes inteligentes ganan una fortuna en este negocio, la población normal soporta una cada vez mayor carga financiera vía subidas en las tarifas de electricidad y pérdidas de empleo a través de la deslocalización de la industria que no se puede permitir el coste energético.

El movimiento, que de esta manera tan descarada nos torea las neuronas y saca el dinero de los bolsillos, cubre un amplio espectro de ideologías verdes, algunas de las cuales son socialistas, algunas apenas luditas, otras simplemente fruto de del esoterismo alienado. En muchos casos son intelectuales urbanos sobresaturados de progreso técnico, perdidos en la nada de la añoranza: "Aquellos tiempos de hacha en mano".

Especialmente popular es la demonización de la minería o la producción de otras materias primas debido a los problemas ambientales asociados con ella. Los pecados del pasado y el atraso en los países en desarrollo que todavía no han alcanzado nuestro nivel tecnológico no conducen, por ejemplo, a usar la cordura para hacer las cosas mejor, sino que sirven como pretexto para la demonización generalizada de todas las actividades mineras. Dado que esas mismas personas no tienen reparo alguno -con la conciencia tranquila- en poner en su techo montones de células solares contaminadas con Cadmio o invertir su dinero en parques eólicos –si hay que talar un bosque se tala-, tal vez sea conveniente ver brevemente cómo de limpias, sostenibles y renovables son las energías que promocionan.

Los limpios generadores eólicos. 

El lector avezado sabrá sin duda de la capital importancia de las tierras raras -lantánidos- en la fabricación de unidades eólicas para la generación de electricidad. El Neodimio es una de ellas, y las turbinas eólicas se encuentran entre los mayores consumidores de este elemento, especialmente adecuado para la producción de potentes imanes permanentes.

Hasta una tonelada de este elemento es utilizada en la fabricación de ciertos tipos de aerogeneradores. Las tierras raras constituyen un grupo especial de elementos que se utilizan, debido a sus propiedades especiales, para numerosas aplicaciones industriales, especialmente en el campo de la electrónica, en el de la metalurgia y en la fabricación de componentes de muchos productos tales como coches eléctricos y lámparas de bajo consumo. Los minerales que contienen estos elementos lo hacen en concentraciones relativamente bajas de manera que para su extracción son necesarios complejos procesos químicos. Estos procesos químicos de separación del mineral producen grandes cantidades de residuos tóxicos.

Más del 90% de los metales llamados tierras raras se extrae actualmente en China. Entre los riesgos documentaos escribe el Öko-Institut de Friburgo: "La minería de tierras raras genera grandes cantidades de residuos, que contienen componentes tóxicos. Estos se acumulan en estanques artificiales, rodeados de una presa de contención". Una rotura de la presa puede provocar efectos ambientales altamente destructivos, con emisiones específicas de torio, uranio, metales pesados​​, ácidos y fluoruros.

Debido a su alto riesgo de contaminación radiactiva, organizaciones sociales ambientalistas suelen manifestarse en contra de la explotación de tierras raras. Actualmente la empresa australiana Lynas está por abrir la que será la mayor mina del mundo, en Malasia. Pero el gobierno de ese país debe enfrentarse al fuerte rechazo de varias ONG.

Recientemente el gobierno malayo anunció que se abrirá en un período de prueba y que de encontrarse fuga de residuos radiactivos, sería cerrada. La guerra mundial por abastecerse de este mineral indispensable para la industria de las más nuevas tecnologías que demanda el consumo mundial, está en sus comienzos. Y el costo ambiental de su extracción amenaza con ser enorme.

Para la industria de la energía eólica tales informes son naturalmente indeseables porque lesionan gravemente la imagen de industria limpia y sostenible. La inversión de enormes cantidades de dinero, no en la investigación de nuevas fuentes de materiales o tecnologías, sino en publicidad destinada a ocultar o dulcificar este tipo de informaciones, es parte central de la actividad del lobby eólico.

Un bien ejemplo es la actuación de la empresa Murphy & Spitz con sede en Bonn (Alemania), un tipo de agencia de calificación especializada para las empresas en el ámbito de la inversión sostenible. Según esta agencia, que se muestra "reticente" a conceder el sello de "sostenible" a los generadores eólicos con neodimio purificado, sólo una sexta parte de todos los aerogeneradores instalados recientemente en Alemania se verían afectados. Sin embargo, olvida que, además del generador central, encontramos neodimio en una larga serie de componentes adicionales, principalmente en los diversos servomotores necesarios para el paso de las palas y la orientación de la góndola, así como ingredientes en la electrónica de la unidad de potencia, o en las instalaciones de transformación a pie de generador. También olvidan mencionar el cerio, que se utiliza durante la fundición de las piezas muy pesadas del bastidor de la máquina. Pero mediante la limitación de la cuestión de la utilización de tierras raras a los materiales utilizados en el generador principal, se evita hablar de otros elementos. Maniobra muy elegante, chapeau.


El caso del aluminio

Otro ejemplo que demuestra que a la gente le gusta ponerse chapitas verdes en la solapa, pero no está en absoluto preocupada por las posibles consecuencias de lo que ocurre nos lo deja el caso del aluminio. Las empresas que renunciaron al uso de neodimio en el generador mediante el uso de electroimanes en lugar de imanes permanentes creen estar del lado más sostenible y limpio. Sin embargo utilizan aluminio no sólo en la fabricación de las palas de rotores pequeños, también en la góndola y en las puntas de las palas de modelos gigantes como el E126 de 7,5 MW de la empresa Enercon.

Los riesgos ambientales asociados con la extracción de aluminio son conocidos hace mucho tiempo. Estos riesgos quedaron plasmados en nuestra memoria de forma espectacular tras romperse un dique de contención del llamado "barro rojo" en Kolontar (Hungría) en 2010. El saldo: 10 muertos y 150 heridos.

Menos conocido es el hecho de que en la producción de aluminio se pueden liberar residuos radiactivos. Los Minerales de aluminio húngaros contienen los elementos radiactivos actinio 228Ac, proactinium Pa234, bismuto 214Bi y potasio 40K. Durante la extracción de la bauxita éstos permanecen en el barro rojo, donde se ven incluso ligeramente enriquecidos.

Dado que el viento sólo tiene una baja densidad energética, para la recuperación de cantidades significativas de energía son necesarias muchas y grandes unidades generatrices. Por ejemplo, para la construcción de un aerogenerador Enercon E126, necesitamos:


Material: toneladas

Cemento armado 8.570
Acero 492
Materiales centro máquinas 164
Generador (Acero,Cobre) 300
Rotor (Plásticos, Acero, Aluminio) 438

TOTAL: 9.964

Redondeando: unos 10.000 toneladas de acero, metales, cemento y plásticos. Lo cual es aproximadamente veinte veces más que los recursos requeridos para la producción de una planta de energía convencional, de carbón o gas. Piensen que casi la totalidad de los materiales necesarios han de ser obtenidos por procedimientos mineros. Del uso intensivo de energía en la producción de cemento mejor no hablamos.

Basten estos pocos ejemplos y datos para poner de relieve el hecho de que los métodos de obtención de energía llamados limpios distan mucho de la visión angelical que los defensores de la sostenibilidad pretenden vendernos. Efectivamente, es necesario acceder a fuentes de energía más allá del uso de los combustibles fósiles. Efectivamente, debemos intentar reducir el impacto de nuestra actividad industrial sobre nuestro medio. Pero debemos hacerlo lejos del buenismo ecoverdista, que ya vemos que es tuerto de varios ojos, abrazando lo que nos ha traído hasta aquí: espíritu emprendedor, innovación. No es justificable en ningún modo seguir cometiendo los mismos errores de antaño en nombre ahora de otros paradigmas, aunque estos lleven la dudosa marca "Limpio, ecológico y sostenible". Ya vemos que no es así.

EFECTOS SOBRE LA SALUD

EL SÍNDROME DE LA TURBINA EÓLICA
Después de casi 20 años de implantación de parques eólicos de forma masiva cerca de las viviendas en países como Dinamarca, Francia, Bélgica, Holanda, se conocen ya los graves problemas que provocan en la salud de las personas, hecho que ha acarreado la paralización eólica en Australia, e incluso que se hayan dictado sentencias que obligan a desmantelar aerogeneradores y parques eólicos por estos motivos.

Se conoce este problema como el “síndrome de la turbina eólica” por lo que los expertos recomiendan la ubicación de los aerogeneradores a una distancia de al menos 2 kilómetros de las viviendas. Sin embargo, algunos parques eólicos están ya construidos o proyectados a menos de 500 metros de áreas residenciales, pueblos o casas individuales.

“Cualquier persona que viva a una distancia inferior a 6 km de un parque eólico, debería ser avisada de las consecuencias que puede tener para su salud y calidad de vida”. Libro El Sindrome del aerogenerador, Doctora Nina Pierpont, Universidad de Columbia EEUU.

El ruido, es uno de los problemas más evidentes. Las puntas de las aspas de un molino de viento pueden llegar a alcanzar una velocidad de hasta 80 metros por segundo lo que provoca sonidos y vibraciones e incluso cambios en la presión del aire. 

A ello hay que añadir los infrasonidos o ultrasonidos, y ondas de baja frecuencia o de baja intensidad, sonidos de frecuencia inferior a 16 Hz. En los aparatos de mayor potencia, de 3Mw, son mayores los infrasonidos, se propagan kilómetros, y pueden ocasionar dolores de cabeza, problemas de sueño, pesadillas nocturnas y problemas de aprendizaje en niños, zumbidos en los oídos (tinnitus), irritabilidad, ansiedad, depresión, problemas de concentración y memoria, de equilibrio, mareos y náuseas, cansancio extremo y neurosis.

También se puede añadir el efecto estroboscópico o “efecto discoteca”, que provocan las sombras parpadeantes proyectadas por las aspas al girar cuando el sol está detrás de los molinos, muy estresante y se asocia incluso a ciertos problemas de salud como ataques epilépticos. 

Destellos y fogonazos de las luminarias de los aerogenedores por la noche, del mismo modo, suponen un motivo relevante de estrés y de pérdida de calidad de vida para las personas que viven cerca o rodeadas de molinos.

MÁS INFORMACIÓN:

Eoliennes et santé humaine

En el estudio McPherson se averiguó que los infrasonidos son efectivamente un serio problema para la salud. Como en el caso del tabaco o del asbesto, la exposición prolongada a los molinos tendrá graves consecuencias.

WAUBRA FOUNDATION
Dr Sarah Laurie (Australia)
http://waubrafoundation.org.au/2013/explicit-warning-notice/
Dr. Hallstein’s letter: http://www.windaction.org/posts/38585-
falmouth-wind-turbines-and-sleep-deprivation-a-psychiatrist-weighs-in
https://www.wind-watch.org/news/2013/07/23/newer-wind-turbines-couldbe-just-as-harmful-as-prototypes


BIODIVERSIDAD

ENERGÍA EÓLICA y CONSERVACIÓN DE LAS AVES

JOSÉ LUIS TELLERÍA
Catedrático (Área de Zoología en la Facultad de Ciencias Biológicas de la Universidad Complutense de Madrid). http://www.ucm.es/info/zoo/Vertebrados/telleria/telleria.html.

LOCUSTELLA. Anuario de la naturaleza de Cantabria. Número 7. 2010. (http://www.locustella.org/ )

“Nuestro planeta afronta una serie de problemas ambientales relacionados con la desaparición de sus hábitats naturales, la pérdida de especies, la destrucción de recursos y la alteración de diferentes procesos ecológicos claves para el mantenimiento de la vida. La corrección de estas tendencias se ha convertido en una preocupación internacional abordada en las sucesivas Conferencias de Naciones Unidas sobre Medio Ambiente y Desarrollo. Ya en Río (Convenio de Río de Janeiro sobre Diversidad Biológica 1992) se asumió el efecto negativo del cambio climático resultante de la puesta en circulación de los combustibles fósiles (carbón, petróleo, etc.) y se recomendó la adopción de medidas dirigidas a paliar sus efectos que fueron desarrolladas posteriormente en el Protocolo de Kyoto sobre el Cambio Climático (1997). Desde este momento, siempre se ha aceptado que el ahorro, la eficiencia y el concurso de las energías renovables (eólica, solar…) pueden solucionar este problema. Sin embargo, el desarrollo de estas energías puede tener efectos negativos sobre la conservación de la biodiversidad que, también desde Río, se ha hecho acreedora de un interés prioritario. No hay contradicción, por lo tanto, al reclamar desde el ámbito de la conservación de la biodiversidad que se minimicen los costos ambientales de estas industrias emergentes mediante una implantación ordenada y sensata.”

CONCLUSIONES

“Estamos a tiempo de corregir los problemas suscitados por el desarrollo de la energía eólica en las áreas todavía poco impactadas por estas infraestructuras. No obstante, esto exige un aumento del esfuerzo de análisis para predecir mejor sus consecuencias y un cambio en los criterios de gestión territorial de esta actividad. También ha de reclamarse un seguimiento fiable de los que está ocurriendo con las plantas ya instaladas y, llegado el caso proponerse el desmantelamiento de las más dañinas. Temas difíciles en un país donde la industria eólica presiona para expandirse en un contexto de recesión económica y cambios en el modelo productivo. Pero, pese a esta situación coyuntural, ha de hacerse el esfuerzo por compaginar la producción de energías limpias con la conservación de la biodiversidad. Es importante, además sacar conclusiones útiles para aquellos otros países donde la implantación eólica es todavía incipiente.”


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