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31-07-2016
31-07-2016
Plataforma para la Defensa del Sur de Cantabria
La Plataforma para la Defensa del Sur de Cantabria
tiene la legitimidad que le da el hecho de ser parte real y activa de las
víctimas -agricultores, ganaderos, hombres del campo- que luchan contra el
endémico abuso consistente en privarnos del derecho a participar en la adopción
de políticas tan relevantes como las de la PAC, el fracking, la implantación de
infraestructuras eólicas, la actividad de los Concejos Abiertos,... por parte
de quienes se atribuyen una -inexistente- licencia en blanco para dañar nuestra
historia, nuestra vida, la de nuestros hijos, la de los hijos de estos,...
Nuestra lucha parte de exigir el cumplimiento del
troncal Convenio de Aarhus, las Directivas que lo desarrollan y, en el caso
concreto de España, la Ley 27/2006, de 18 julio -¡vaya fecha!-, garantes de los
derechos de acceso a la información, la participación política y a la justicia
en materia medioambiental. A partir de ello, nos hemos esforzado -con la
limitación que suponen algunos de quienes controlan el poder mediático- en
explicar qué es la PAC, el desarrollo eólico, el fracking, los Concejos
Abiertos,...
Respecto al fracking, por ejemplo, hemos explicado que
en nuestra región y el norte de Castilla-León se han otorgado a grandes grupos
empresariales derechos sobre más de 300.000 Has. -dos tercios de la superficie
de Cantabria-, unas Has. sobre las que podrán pedir actuaciones de fracking de
cualquier dimensión, en el lugar y el momento que a ellos convenga y cómo, sin
necesidad de entrar en los daños objetivos que ocasiona tal técnica, otorgar
esos derechos significa muerte; nuestra muerte.
También hemos denunciado el flagrante incumplimiento
de la normativa del Convenio de Espoo (1991), sobre Evaluación del Impacto en
el medio ambiente y su Protocolo sobre Evaluación Ambiental Estratégica -aquí
radicalmente burlados-, de las Directivas de aquel emanadas -la 2001/42/CE,
entre otras-, un incumplimiento que es inadmisible en el caso de derechos como
aquellos que aquí denunciamos, tan potencialmente dañinos para la futura
actividad social, ganadera, agrícola, industrial, turística,... de los vecinos.
Los reales propietarios.
Y debemos recordar lo que alguien dijo acerca de cómo
la simple ocupación/afectación del territorio por cualquier "poder",
incluso sin apariencia de ningún objetivo inmediato -la ocupación "ya
veremos para qué"- es muestra del peor abuso.
Todo ello se agrava cuando se puede comprobar que en
algunas de las fincas, hoy agrícolas o ganaderas, en que se planifican
actuaciones consistentes en fracking está -o ha estado- prevista, al tiempo y
en iguales circunstancias de falta de información y participación, de
planificación previa, de Evaluación Ambiental Estratégica,..., la implantación
de parques eólicos. No puede pensarse en una mayor falta de respeto a la
norma... y a todos nosotros.
Están fijadas, con rigor, las normas que limitan las
actividades con incidencia ambiental y no podemos permitir ahora, presionados
por los lobbys del dinero, que ocultos tras palabras o vanas interpretaciones
con falsa apariencia jurídica, los políticos incumplan tales normas.
Que abandonen los engaños. Un ejemplo, el día 25
fiesta nos han invitado, suponemos que junto a los medios, a una pamplina
promovida por el propio Gobierno en su sede de Peña Herbosa para, dicen,
oponerse al fracking. También nos han dicho que asistirá M.A.Revilla y parte de
su Gobierno ¡el día de Santiago!
Por supuesto no hemos ido.
El populista Revilla, el PRC, no hay que olvidarlo,
otorgó con su habitual desparpajo, el permiso "Arquetu", el primero
concedido por un Presidente autonómico para sondeos de fracking,
justificándose, al cambiar el viento y sin sonrojarse, en su ignorancia supina
de lo que había firmado; tan culpable como él fue todo su Gobierno,
especialmente el ingeniero/consejero/sabio Francisco Martín que no podrá alegar
que no sabía lo que firmaban o el Alcalde de Valderredible, Fernando Fernández,
histórico consentidor de eólicos (en el anulado concurso eólico
"regaló" el territorio de sus vecinos a las multinacionales),
fracking, biomasa, vertedero industrial, atropello de los Concejos,... en su
feudo y, ¡de pronto y vayan a saber por qué!, pretendido abanderado de una
lucha que, por supuesto, no es suya.
También el PSOE, favorable al concurso eólico, el
fracking, e incluso el TTIP, deberá avergonzarse de lo hecho y callarse y, en
todo caso, apoyarnos en la sombra, sin aparecer. No entorpecernos, como hasta
ahora han hecho.
El PP, más de lo mismo, aquí se opuso, al tiempo que
sus senadores apoyaban, sin fisuras, en Madrid el fracking. ¡Sin comentarios!
¿Qué debieran hacer? Son sus leyes y disponen del
poder para exigir que, con rigor, entre otros se cumplan los esenciales
Convenios de Aarhus, de Espoo, de Florencia,..., sus Directivas y nuestras
leyes que los desarrollan. No nos fuercen a desobedecer o, al menos, no nos
molesten.