"La raíz del problema de la pobreza energética se encuentra en la concepción mercantilista de la electricidad como medio de acumulación. Se trata de la conversión a mercancía de un bien hoy indispensable para el normal desarrollo de la vida cotidiana en nuestras sociedades. Como resultado, las personas- especialmente aquellas que se encuentran en una situación de mayor vulnerabilidad- se encuentran desprotegidas ante un recurso sobre el cual no tienen ningún control. Como indica Polanyi, desde el momento en que lo económico está subordinado a la lógica mercantilista y no al sustento de las personas, se pueden dar situaciones de emergencia social importantes. Las dislocaciones que ello genera pueden tener consecuencias destructivas para la sociedad. Sin duda, la pobreza energética es un claro ejemplo."
Sebastià Riutort Isern “Energía para la democracia”. Catarata
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