LIBRE MERCADO ENERGÉTICO
Los tres grandes errores de la liberalización “conforme a la economía de mercado” del suministro energético pueden reconocerse sin equívocos:
1º por un lado se renunció a una desconcentración de la economía energética que hubiese sido la condición indispensable para la creación de un mercado energético funcional. La consecuencia fue un proceso de concentración a una velocidad y magnitud nunca antes conocida a cada vez menos proveedores.
2º En segundo lugar se ignoró que las reservas de las energías convencionales, limitadas en el espacio y en proceso de agotamiento, son demasiado inflexibles para las condiciones de libre mercado debido a sus requerimientos infraestructurales internacionales y a sus grandes inversiones a largo plazo.
3º Y, en tercer lugar, no se ha comprendido que ningún gobierno del mundo puede arriesgarse nunca a tener un fallo en el suministro energético, ya que entonces se detendrán todos los engranajes. Un “libre mercado energético” basado en las energías convencionales no renovables y en las importaciones energéticas es una ilusión. (Herman Scheer- El imperativo energético, 2011)
Que las grandes compañías energéticas establecidas quieran aferrarse por todos los medios a su sistema no debe sorprender. Corresponde a sus premisas insistir en una ralentización del cambio energético y alegar estar sujetas a las circunstancias, a pesar de que en realidad se trate de la conservación del sistema. (Herman Scheer- El imperativo energético, 2011)
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