AGUA-yo
(Ab)usando de la
incontrolada devastación que el “confinamiento/estado
de alarma” causa en libertades, derechos y estados de ánimo, el Ministerio para la Transición Ecológica de la
"progresista" Teresa Ribera
publicó en el BOE el 16 de junio la declaración de impacto ambiental,
DIA, del proyecto "Ampliación de la central hidroeléctrica
reversible de Aguayo-Aguayo II", en Cantabria”,.
Es un proyecto presentado el
16 de agosto de 2011, ¡hace casi 10 años!, sin justificación actual,
ilegal y, de llevarse a la práctica, con muy dañino impacto en la vida humana,
la biodiversidad y el medio ambiente, lo que exige rigor en su trámite,
información y participación política ciudadana superiores a lo habitual, no la
muy grave evidencia maliciosa de que tan importante decisión política, además
de incumplir la Ley de Evaluación
Ambiental de proyectos, es ilegal y se reinicia, en lóbrego silencio, tras
años dormida, aprovechando que estaos limitados por un estado de alarma.
La extemporánea DIA quiere regalar a Repsol, multinacional del gas, no a Viesgo como dice la resolución, 10.000 Hm3,
más de la mitad de los 19.478 del volumen aprovechable de agua del embalse de
Alsa -del que 1.000 son caudal ecológico para el curso de los ríos-, que regula
el abastecimiento a la población, 265.000 personas, e industria de la cuenca
del río Besaya y que, además, en ocasiones, se tiene que usar para evitar
restricciones en la ciudad de Santander; ese es el agua, bien común escaso que,
con una sociedad ensordecida por el estentóreo silencio de Revilla, Martín. los
ayuntamientos de Santander, Torrelavega, Corrales,…, ecologistas, sindicatos,...,
el “progresismo” de la pomposa, hueca
y falsa Transición Ecológica pretende
regalar, ilegal, a Repsol, cruel
transnacional del “sostenible” gas.
Además, de los Hm3 que se
tengan que utilizar para abastecimiento necesario y se resten de los concedidos
a REPSOL tendremos que pagarla una tasa fija de dinero público de modo constante.
Tenemos que resaltar, además
el riesgo de que en el Embalse del Ebro, con una capacidad de 541 Hm3, en
noviembre de 2020 solo había 278 Hm3, poco más de la mitad.
Son evidencia de la malicia que lo pudre todo, tres mínimas, sigilosas noticias en la corrupta prensa: “Santander urge a Cantabria una solución ‘definitiva’ para el abastecimiento de agua”, 25.05.2020, “La CHC prorroga la autorización para derivar el agua del embalse de Alsa al abastecimiento de Santander”, 27.05.2020 y, la guinda en El Delirio, 19.06.2020, “Santander se asegura el suministro de agua con la transferencia de cinco hectómetros cúbicos del pantano -del Ebro-“, triunfalista y falso titular de lenguaje pervertido que el interior del texto contradice, ¡casi nada!, pues “(…) está pendiente de que el gobierno aragonés -opuesto- presente su informe, antes de que se elabore el dictamen definitivo, previo a la aprobación (¿) por el consejo de ministros, que podría producirse en julio”, un texto de José Ahumada, -dicen que- periodista, uno más para la magnífica y tétrica “Historia universal de la infamia”, de Borges; y, en torno a todo ello, conviven silencio, silencio, silencio,…, bozales y miedo.
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