Aviso para
navegantes... no idiotas
Fernando
Merodio/José Miguel Martínez Postigo
Plataforma para la
Defensa del Sur de Cantabria
“Aviso: Hay problemas con la firma
en las aplicaciones que utilizan Autofirma. En las versiones de los navegadores
Chrome 98, Firefox 97 y Edge 98 no funciona Autofirma 1.7.2., ni Autofirma
1.6.5, versión autoscript.js 1.6.5. Se pueden utilizar otras versiones de los
navegadores mientras se solventa el problema técnico” (De la sede electrónica de la Administración
General del Estado 22/02/2022)
Nada
nunca nos resultó tan natural y fácil como escribir a dos seseras y cuatro
manos al tiempo sobre el hecho de que presentar -por obligación- los escritos
de la Plataforma en el Registro electrónico
de la Administración General del Estado o el de cualquier otra Administración
resulta difícil, a veces incluso inviable, hasta el punto de que, aplastados
por la "mala conciencia"
que los "sabiondos de la nada"
siembran desde hace tiempo sobre la torpeza informática, nos hace dudar, ¿qué hemos
hecho mal esta vez?, ¿a quién tendremos hoy que pedir perdón? ¿cómo
solucionaremos la nueva chapuza?... y, tras acudir a una amable ayuda externa, nos
volvemos a imponer exigencias tan abstrusas como "actualizar las aplicaciones" o "restaurar el sistema", sin lograr con ello frutos hasta que, tras
recobrar la energía y alzar la decaída autoestima, lo volvemos a intentar y encontramos,
¡oh, milagro!, el críptico aviso para navegantes idiotas que encabeza este
escrito, burla administrativa que, tras permitirnos sentir una breve, vana
ilusión, hace que crezcan dudas y zozobras, ¿qué versión de "navegador" tenemos? ¿cuál será la
de nuestra "autofirma"?...
Son
zozobras, dudas que exigen pensar en las pequeñas empresas, asociaciones,
autónomos, ciudadanos de a pié,… que, a causa de "navegador" y "autofirma"
no habrán podido acceder a un registro y se les habrá pasado el plazo de alguna
perentoria exigencia o que, por contra, habrán pagado a avispados "expertos" para, en tiempo y forma,
salir del burocrático, siniestro atolladero, opresoras angustias que nos
muestran, además, que la "brecha
digital" no la crea, solo, el mero hecho de no estar conectados a
"la red", "internet" o como se llame tan
tiránica cosa, sino también el hecho de que tu caro y cada día más sofisticado
equipo no esté (las multinacionales lo exigen) "al día", a la última que a ellas convenga, con el más excesivo
smartphone, ridículo iPhone o exclusivo ordenador con los programas más chic del
mercado,…, gastos y más gastos, siendo que al tiempo es un riesgo que tú, ¡sí, tú!, no sepas operar con
todo ello con la facilidad que te manejas, si es que aún las usas, con tus
manos; desde lo más oscuro de la muy negra caverna, controlan, nos mandan
duchos cuatreros del dinero que, (pen)última moda, ahora imponen en nuestras
vidas, trasunto de los dos triángulos cruzados que los nazis grapaban a los
judíos, el "certificado digital",
que exige conectar teléfono y ordenador a internet y, al tiempo, instalar y
desinstalar programas, quitar antivirus que creías de tu parte y "ellos", multinacionales y "sabiondos", te dicen que impiden
entrar donde necesitas e, incluso, te amenazan, sin explicarte, ¡faltaría más!,
el por qué, que ese lugar al que vas no es seguro y que si, pese a ello,
insistes en ir, lo haces a tu riesgo y responsabilidad, perseguido por un
insufrible corrector ortográfico, ignaro delator osado de palabras que no conoce
e, incluso abusador que, sin siquiera consultar, cambia las que quiere y, si
con las prisas no relees lo escrito, deja dicho por ti lo que al corregirte le
ha venido en gana, debiendo tener un cuidado especial en no quedarte sin el
bálsamo de Fierabrás, el "certificado",
pues recuperarlo exige una nueva solicitud, en la que, al parecer, necesitarás el
propio certificado perdido... o un sin fin de gestiones carcas ¿Imagina alguien
a quién beneficia la estulticia de mudar al simple usuario en árida mezcla de gestoría
e ingeniero informático? En efecto, a "ellos".
Ahora
somos espectadores de la inteligente tarea de un médico valenciano jubilado
que, en la flor de la vida, a los 78 años, con el título "Sóc major, no idiota", "Soy mayor, no idiota", ha recogido
cientos de miles de firmas para exigir "un trato más humano en las sucursales bancarias" -ignoramos
por qué solo lo hace para mayores y bancos- pues en ellas "casi todas las gestiones son telemáticas";
obvia, quizás, el jubilado que no se trata, solo, de un (ab)uso de la
informática contra los mayores en las oficinas bancarias, sino de un atropello
generalizado en todos los ámbitos de la vida, en especial grave en las
relaciones entre Administración y ciudadanos, a los que, fingiendo un favor, a
traición se ha privado de los lógicos medios que la Ley de procedimiento administrativo
les daba para facilitar sus relaciones con todas las formas de papá-Estado, como
eran la ventanilla única en las oficinas públicas o el certificado
administrativo postal en Correos que, sin casi problemas, dotaron a
generaciones de seguridad jurídica en esas relaciones; debemos, pues, exigir
que, al menos hasta que se el Estado asegure el fácil buen uso por todos del
nuevo artilugio, o sea hasta nunca, junto a la opción de que quien quiera pueda
usar el hoy turbio certificado también funcionen los "registros" a pedal, las copias selladas y demás antiguallas
que, además de generar puestos de trabajo, han
permitido llegar hasta un aquí mucho mejor que el de un "certificado" con tan mala pinta y
una Administración digital omnipotente, totalitaria, generadora de inseguridad
jurídica que, además, lo más peligroso, está en manos de muy poderosas
multinacionales privadas que, como Google, se oponen a sostener lo viejo que
funciona y, a la primera, te dejan colgado o Youtube, Blogger, Gmail,... o como
se llamen esas cosas que, si no las usas un año, se reservan el derecho de
desactivarte... y, por supuesto, lo hacen.
Al
tiempo del anuncio de medidas -sin duda inanes- que, las firmas del médico,
dicen, provocará en la banca para mejorar la atención a los mayores, conocemos
-no a través de los medios- el relevante/alarmante dato de que "progresistas/conservadores" del Consejo General del Poder Judicial
llevan al pleno del órgano rector del tercer poder del Estado la denuncia de
que en el anteproyecto de Ley de
Eficiencia Digital del Servicio Público de Justicia las potestades y
funciones del CGPJ, "que debe garantizar la independencia de
jueces y magistrados en el ejercicio de su función jurisdiccional, aparecen
difuminadas, cuando no abiertamente eludidas o preteridas" en favor de
ignaros, egoístas, peligrosos partidos políticos que intentan controlar los tres
poderes del Estado, quebrar peligrosamente su garantista división, golpear al
Estado de Derecho,
Debemos,
pues, tomarnos en serio, más de lo que parece, lo de, idiotas, "navegar".
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