NOTA DE PRENSA
La Plataforma para la Defensa del Sur de Cantabria ha
sido invitada a intervenir en la Comisión de Peticiones del Parlamento Europeo
el 13 de julio, a las 15:40 horas, para defender una queja formulada el 9 de octubre de 2014 sobre la fracturación
hidráulica (fracking) en general y especialmente en Cantabria.
Pese a haberse tardado casi dos años en atender nuestra queja, ésta
tiene hoy una relevancia trascendental, tanto general como en especial para el sur
de Cantabria, puesto que los únicos sondeos que hay en tramitación afectan a Valdeprado
del Río y Valderredible.
Nuestra queja, como en el caso de la agresión eólica, se refiere a la falta
de información y participación política ciudadana -Convenio de Aarhus- puesta en relación con la falta de una
planificación general previa (PROT y Planes energético y eólico) y la exigible,
y también inexistente, Evaluación Ambiental Estratégica general; al
plantearla afectaba a los permisos de investigación de hidrocarburos, preparatorios
del fracking, entonces aprobados en Cantabria y el norte de Burgos, en concreto
los llamados Bezana-Bigüenzo, Luena Profundo 1 y Usapal.
A día de hoy, a partir del permiso Bezana-Bigüenzo, se han solicitado una
serie de sondeos ya en tramitación, todos los cuales se encuentran en Valdeprado
del Río y Valderredible. De los 8 sondeos de investigación previstos en
Valdeprado del Río, 5 están en Los Carabeos y 3 en Arcera, mientras que de los
3 de Valderredible, el Cadalso-2 está en
San Martín de Elines, el Coto-2, en La Población de Arriba y el recientemente
solicitado El Sestero-1, en Otero del Monte, donde ya se solicita expresamente
la utilización del fracking.
El permiso Bezana-Bigüenzo fue aprobado por R.D. 1781/2009, de 13 de noviembre, cuando, al parecer, en España -salvo
Revilla y sus socios, que autorizaron el permiso “Arquetu”- nadie había aún oído
hablar de lo que era el fracking, motivo por el cual no se presentaron alegaciones,
siendo que, además, en ningún sitio se indicaba que se tratara de tan agresiva
técnica del fracking, sino que tan sólo se refería a un permiso más para la
extracción de hidrocarburos.
Toda vez que el resto de permisos en Cantabria han sido aprobados del
mismo modo, se puede decir que no sólo que no ha habido información y participación
política ciudadana, sino que incluso ha habido ocultismo.
La “superficie otorgada” en
los tres permisos mencionados es de 328.997,50 Has, equivalente a dos tercios
de la superficie total de Cantabria, una superficie sobre la que se otorga a unas
mercantiles con sólo interés y lucro privado la posibilidad de adoptar
decisiones y ejecutar actuaciones que conllevan graves riesgos para los
habitantes, su calidad de vida y el medio ambiente de ese territorio, afectando
de modo directo a sus actividades económicas.
Por este motivo, la falta de participación e incumplir el Convenio de Aahrus y por no exisitir planificación
previa ni Evaluación Ambiental Estratégica (EAE) que tengan en cuenta las
afecciones sobre las actividades socioeconómicas que ya se desarrollan en el
territorio, iguales motivos de los que adolecen las pretensiones eólicas para
el mismo territorio, es por lo que desde la Plataforma para la Defensa del Sur
de Cantabria se decidió presentar una queja, en primer lugar ante el Consejo de
Ministros del Gobierno de España y la Comunidad Autónoma
de Cantabria, y ante la callada recibida por respuesta, posteriormente ante la
Comisión de Peticiones del Parlamento Europeo, queja que, cumplido el muy restrictivo
trámite a que está sometida, tendrá una vista, en la que defenderemos nuestros
planteamientos, el próximo día 13 de julio en Bruselas.
Monte Bigüenzo, que da nombre al permiso