La exregidora de esta localidad de Zaragoza, María Victoria Pinilla, está acusada de cobrar comisiones millonarias de varios promotores a cambio de recalificar sus terrenos como edificables
María Eugenia Alonso | Madrid, 10 junio 201612:22
El 18 de marzo de 2009 la tranquilidad de La Muela, ubicado a escasos veinte kilómetros de Zaragoza, se vio sacudida por el inicio de la 'operación Molinos', la que hasta el momento es la mayor trama de corrupción urbanística destapada en Aragón. En total 43 imputados que suman 184 delitos y cuya principal acusada es su exalcaldesa María Victoria Pinilla.
La 'Reina del viento', como se calificó a esta singular política aragonesa porque durante su mandato hizo una firme apuesta por la energía eólica, se enfrenta a una solicitud de condena de 35 años de prisión por los 24 delitos que se le imputan; entre los que se encuentran el cohecho, la prevaricación y el blanqueo de capitales.
Pinilla fue regidora de La Muela entre los años 1987 y 2011. Se resistió a dejar el bastón de mando cuando fue detenida, así que mantuvo su condición de alcaldesa, en las filas del PAR, durante todo el tiempo que permaneció en prisión provisional. Cuando recuperó la libertad a la espera de juicio, se reincorporó plenamente a sus funciones en el Consistorio, aunque en las elecciones municipales de mayo de 2011 se vio definitivamente aparcada de la política.
Durante su mandato La Muela prosperó de forma disparada. En diez años el municipio aragonés quintuplicó su población y pasó de 800 a 5.000 habitantes. Corría el dinero público y privado de forma desorbitada para la dimensión de este pequeño municipio. Primero, empujado por la proliferación de parques eólicos; luego, con la promoción por parte del Ayuntamiento de un gran polígono industrial al pie de la autovía Madrid-Zaragoza, que acabó siendo utilizado como plataforma para la trama corrupta. La misma regidora pasó de ser dueña de una granja de conejos a poseer numerosas cuentas bancarias y propiedades, incluso en la República Dominicana y en la exclusiva urbanización de Sotogrande (Cádiz), coches de lujo y a vivir con un alto poder adquisitivo.
En el municipio comenzaron a proliferar parques eólicos y el Ayuntamiento promocionó a bombo y platillo un polígono industrial al pie de la autovía Madrid-Zaragoza, que acabó siendo utilizado como plataforma para la trama corrupta. Con tanto dinero, el Consistorio se embarcó en todo tipo de obras e infraestructuras como varios museos, una plaza de toros y hasta un zoo. Además, mantenía el apoyo vecinal regalando viajes a destinos exóticos. Una década de bonanza económica que explotó en 2009 y dejó una deuda en el Ayuntamiento de 25 millones de euros y un agujero tributario de 8,5.
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