El Alimoche se extingue en Tarifa por los aerogeneradores. Impactos aves aerogeneradores


Desaparece la última nidada de alimoches en Tarifa

Las ONG denuncian las deficiencias de las declaraciones de impacto ambiental de los parques eólicos en el Estrecho de Gibraltar. La colisión contra ellos se consolida como la segunda causa de muerte no natural de la amenazada especie

Las ONG censuran que la Junta de Andalucía siga autorizando nuevos parques eólicos y la repotenciación de antiguos aerogeneradores en Zonas de Especial Conservación para las Aves, pese a la prohibición de la legislación europea -

ABC, EFE Sevilla, 19/06/2017 

La muerte de cuatro alimoches tras chocar contra aerogeneradores registradas en lo que va de año ha reiterado las alertas de las ONG sobre la peligrosidad para la avifauna de los parques eólicos que se concentran en la costa española del estrecho de Gibraltar.

Voluntarios del Colectivo Ornitológico Cigüeña Negra comprobaron la semana pasada que la única pareja de alimoches (Neophron percnopterus) que estaba criando en Tarifa, con un pollo de más de un mes, había desaparecido como consecuencia de que la hembra, un ejemplar anillado, murió en el parque eólico repotenciado de la Sierra de Enmedio (Cádiz). A continuación, verificaron que el pollo también había desaparecido del nido: «Posiblemente murió ante la imposibilidad de ser alimentado tan solo por uno de los adultos», informa en una nota Verdemar Ecologistas en Acción.

El alimoche es una de las cuatro especies de buitre que nidifica en España, junto al leonado, el negro y el quebrantahuesos, y está catalogada oficialmente como una especie en peligro de extinción.

La población de alimoche en Andalucía sufre un declive sostenido en las últimas décadas: la mitad de sus parejas reproductoras se han perdido desde el año 2000, hasta quedar reducidas a 23, según el último censo de la Junta cotejado por Efe.

Tanto el responsable del programa de aves necrófagas -que incluye al alimoche- de la Junta de Andalucía, Rafael Arenas, como el investigador de la Estación Biológica de Doñana (CSIC), José Antonio Donázar, han advertido en recientes estudios y en conferencias del declive de alimoche en la citada comunidad autónoma, agudizado por la elevada mortandad de ejemplares adultos.

La muerte no natural de alimoches adultos tiene un gran impacto poblacional dada la escasa productividad de esta especie, que solo suele sacar adelante un pollo cada año y tarda un lustro en alcanzar la madurez sexual.

La muerte por colisión con los cada vez más numerosos aerogeneradores que se concentran en la orilla española del estrecho de Gibraltar se ha consolidado ya como la segunda causa de muerte no natural del alimoche en Andalucía y como su principal riesgo de extinción, junto al envenenamiento.

Verdemar y Cigüeña Negra han denunciado que la muerte de estos cuatro alimoches evidencia deficiencias de las declaraciones de impacto ambiental de los parques eólicos de Tarifa y han alertado de que son la punta del iceberg de las miles de aves que mueren cada año al chocar contra aerogeneradores en el Estrecho, escenario de una de las mayores migraciones ornitológicas entre Europa y África.

También han criticado la ineficacia de las medidas correctoras y compensatorias de estos parques, como la vigilancia para frenar aerogeneradores cuando vuelan aves en su alrededor, y han dudado de la verosimilitud de las cifras de esta mortalidad que se facilitan.

A la concentración de parques eólicos en el Estrecho se une la repotenciación de antiguos aerogeneradores de pequeña altura, sustituidos por los más modernos, de mucha mayor envergadura.

«Lo más grave es que desde la Junta de Andalucía no se ha adoptado ninguna medida para evitar la enorme pérdida de biodiversidad que se está produciendo por causas eólicas, sobre todo en aves amenazadas o en peligro de extinción», han denunciado los colectivos conservacionistas.

También han censurado que la Junta siga autorizando nuevos parques eólicos y la repotenciación de antiguos aerogeneradores en Zonas de Especial Conservación para las Aves (ZEPAS) o en sus cercanías, pese a la prohibición expresa de la legislación europea.

Igualmente, han cuestionado la validez de los estudios sobre minimización del impacto de los parques eólicos o la existencia de aerogeneradores «inteligentes», que evitarían la colisión de aves, trabajos financiados, según ellos, por empresas eléctricas y eólicas y entidades acusadas de conflicto de intereses.

No hay comentarios:

Publicar un comentario