TEHUANTEPEC. Fernando Merodio 02-06-2019.Los domingos, cavilar

Somos viento 

54 Los domingos, cavilar
Tehuantepec
Fernando Merodio
02-06-2019
“Hay quien puede vivir sin lo salvaje y quien no puede"
 Aldo Leopold "Un año en Sand County"

Más que nunca hoy, triste, nostálgico de aquellos tiempos en que había hombres y mujeres que luchaban arriesgando lo suyo por ideas dignas, asqueado, me esfuerzo en escribir a flor de piel, con sinceridad... y ganas.
Coincidiendo con la vergüenza -¿sin responsables?- del insoportable tufo que desprende el espectacular mamarracho que hoy es la elección de quienes, porque aún hay quien les vota, dicen representarme, han visitado Cantabria dos mujeres, Guadalupe, luchadora indígena amenazada de muerte y Elena, activista experta, y lo hacían para, buscando supongo nuestro abrazo, informarnos acerca de la situación de cruel abuso a que tienen sometida a la comunidad indígena de Unión Hidalgo, Istmo de Tehuantepec, Estado de Oaxaca, en México IberdrolaGas Natural-Fenosa -hoy disfrazada de la idílica Naturgy del nacionalista vasco Josu Jon Imaz-, GamesaSiemensAccionaRenovalia,..., las mismas multinacionales que, con la colaboración de Martín, Revilla, Zuloaga and Co, aquí intentan hacer daño. Eran dos mujeres.
Explicaron que Tehuantepec es una zona muy ventosa de solo 100.000 Ha de superficie -Cantabria tiene algo más de 500.000- que, con apoyo en la demagógica coartada de lo que multinacionales, medios de comunicación y políticos de cámara llaman, sin saber qué es en realidad, "transición energética" y en el cajón de sastre en que todos ellos han transformado la lucha contra el "calentamiento global" que han ocasionado, ahora prometen arreglarlo como aquí, aturdiendo aún más a sus víctimas, de Tehuantepec -el México del "amigo de Revilla"- con 5.000 aerogeneradores de los que ya funcionan unos 1.500; invasión y atropello que, con la falsa etiqueta de "renovable", es solo destrucción, daño y un próspero y evidente negocio en la rapiña de las crueles, contaminantes, destructoras multinacionales energéticas -un 50% de ellas del Ibex-35 español-, aun más que acá, inhumanas.
Dejaron claro Guadalupe y Elena que ellas, igual que aquí la Plataforma para la Defensa del Sur de Cantabria, no son ecologistas en el prostituido sentido actual del término sino activistas convencidas en la defensa de su territorio, su mejor -casi único- bien, del que, ladrón siempre, pretende apropiarse el peor capital, dejándonos sin el fundamental medio de que disponemos para mantener con dignidad nuestras vidas.
Con diferencias cuantitativas, no cualitativas, nos dejaron claro que los cuatreros tienen allí las mismas pautas de funcionamiento que aquí, se trata de multinacionales, cuyo capital es de los países más ricos, del 1% de los sujetos que dominan el mundo, dejándonos también muy claro que funcionan, insisto en que aquí como allí, sin esforzarse en ocultarlo, con una más que evidente técnica neocolonial:
·             lo principal de tal técnica abusiva, cobarde y centenaria es que, para sus solos fines, se apoderan del territorio y lo utilizan, desgastan y dañan, pero no lo compran ni, por tanto, lo pagan, hasta ese extremo llega su miseria
·             eligen y es solo suya la tecnología, el proyecto, la construcción, el control de la actividad de los parques eólicos, no dejando a sus víctimas ni las migajas
·             controlan también, por supuesto, el destino, a quien se vende lejos de donde se genera, el transporte, la transformación, el uso y los beneficios de la energía que, en terreno de otros, les regala el viento
·             sus técnicas de implantación son, por supuesto, ilegales de toda ilegalidad, sin consultas, con estrategias de división entre los afectados, pactos privados con pagos de mínimas cantidades a las más miserables y arrastradas de sus victimas
·             hacen uso y abuso del dócil y decidido apoyo lobbysta de políticos y -ficticio-saber locales, regionales y estatales, aquí ahora se significa el psoecialista Zuloaga
·             aquí y allí, utilizan amenazas, presiones, intimidaciones ad hoc, en México, incluso el asesinato, conformándose aquí con el silencio mediático, la muerte civil de quienes los contradicen y molestan
·             cumplen un importante cometido los "eternos subvencionados", legitimadores con su ambigüedad de las peores actuaciones, junto a los medios de comunicación que controla el capital de multinacionales y bancos
·             a los afectados/perjudicados solamente les generan daños humanos, sociales, económicos, ambientales,... y un larguísimo etcétera que quien reflexione sabe.
Es cierto que el calentamiento global está destruyendo el planeta y exige avanzar en  la generación renovable de la energía que -verdaderamente- necesitemos pero, si queremos que el cambio sea real, que no lo manejen y perviertan los mismos canallas que nos han traído aquí, es preciso forzar cambios reales en todas las estructuras del poder, que no sean los de siempre -Botín, Imaz, Florentino Pérez, Brufau, Sánchez Galán, Jordi Sevilla, Antoñanzas,...- quienes a su gusto y solo beneficio continúen -tras expoliar nuestro territorio, economía y vida- generando, transportando, distribuyendo, vendiendo,..., lucrándose en régimen real de monopolio de un bien tan necesario, común, de todos y tan peligroso como es la energía.
La evidencia de lo dicho es y ha sido parte del vendaval que ha alimentado y, mientras sople, alimentará la lucha de unos cuantos pero no puedo acabar sin dejar imprescindible constancia de la miseria local, la tristeza, la melancolía por lo que se fue, el asco,..., que me han producido algunos hechos.
Es mérito de la revolución francesa y la Ilustración que, hoy, en la desconcertada Europa, la labor que en México y en toda Sudamérica tienen que desarrollar heroicas activistas como Guadalupe y Elena la encabece, para vergüenza de todos, una niña sueca, Greta Thunberg que, con sus titubeos, habla muy claro  y, con solo cinco palabras, nos indica qué debemos hacer: ¡¡hay que cambiar el sistema!!

La hospitalidad de la librería La Vorágine, no conmigo o con la Plataforma, con Guadalupe y Elena, dos de esos nadies de los que Eduardo Galeano dice "que no son, aunque sean / que no hablan idiomas, sino dialectos / que no hacen arte, sino artesanía / que no practican cultura, sino folklore / que no son seres humanos, sino recursos humanos / que no tienen cara, sino brazos / (...)", que en definitiva son "los nadies, que cuestan menos que la bala que los mata", se trocó violenta -sin que lo justifique lo mucho que podamos molestar la Plataforma o, en especial, yo mismo- en inculta inasistencia, insolidaridad, espero que no desprecio y sí, al menos, mala conciencia de la sociedad santanderina, toda ella, en especial los progres buenistas, los -que se dicen- ecologistas y, lo más doloroso para mi, los que (ab)usan y se lucran con -lo poco que queda- de los restos de la izquierda marxista, única que se enfrentó a Franco y los ofensivos, apoltronados burócratas de CC,OO que, en las mismas oficinas que ocupó el siniestro sindicato vertical franquista, arrastran la limpia dignidad de las clandestinas, heroicas Comisiones Obreras, dos grupos degradados que no difundieron la presencia,... ni siquiera asistieron a apoyar, rendir homenaje y pedir perdón a las víctimas inocentes del capital que todo el mundo avanzado -con especial dolo de ellos-ha consentido.

Coda/esperpento final.- Como era esperable y lógico, los asalariados de los medios de comunicación, que comen en un abrevadero social, estentóreos, callaron y, en especial, Europa Press, simpática, avanzó "hola, no creo que podamos ir a vuestra rueda (...)", pero si fueron -¿quizás para espiar?-, tomaron nota y no difundieron nada, supliendo lo de Tehuantepec por una chirriante, falsa y larga nota publicitaria de la Asociación Eólica de Cantabria que, ¡por supuesto!, El Delirio publicó a toda página.

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