Tribuna libre
27-02-2020
El consejero Martín, ineptitud y mentiras
Plataforma para la Defensa del Sur de Cantabria
Fernando Merodio/José Miguel Martínez Postigo
La realidad de nuestro pequeño territorio, poco más de
5.000 km2, muestra que ineptitud y mentira cotizan al alza y los representantes
políticos no son elegidos por su autenticidad y destreza; la verdad -hechos
ciertos políticamente incorrectos- provoca hostilidad abierta contra quien intente
-en general, sin posibilidad de éxito- difundirla, siendo todo ello disuelto en
el ácido del control mediático y el autoengaño social como arma de destrucción
masiva de la ética.
Caso arquetípico es, desde hace más de una década, que
Francisco Martín, en tiempo de obvia urgencia en paliar los fatales efectos del
calentamiento global, el cambio climático,
apoyado por las dirigencias de PSOE y el PRC, intercambiables, ocupó -y
ocupa- las consejerías de medio ambiente (2007-2011) e industria (2015-hoy),
esenciales en tal lucha y es, por ello, fácil vincularle a la catástrofe
energética, industrial y ambiental que arruina a los casi 600.000 habitantes de
la pequeña finca en la que Revilla, aciago, predica.
Además de la fúnebre ruina, desindustrialización
masiva del pequeño territorio, incumbencia de Martín desde 2015, destaca en su negro
"palmarés" como asalariado, gestor de la cosa pública, la anulación
por TSJC y TS del corrupto "concurso
para adjudicar potencias eólicas", intento de suntuoso e ilegal
"negocio" del oligopolio eléctrico y medradores locales que, además
de pretender planificar/zonificar el territorio al margen de la Ley del Suelo, incumplió la 17/2006, de control ambiental integrado,
al no evaluar los impactos que generaría la pretensión de implantar decenas de
polígonos industriales eólicos para generar 1.400 Mw de energía a gusto de los
beneficiarios del ilegal "concurso".
Le dejaron escrito los Tribunales, en 2012, TSJC, y
2016, TS, que "no basta que se
evalúe el riesgo de cada instalación (...) en la fase posterior a la aprobación
de ese concurso", sino que "es
necesario que se evalúe el riesgo que para el medio ambiente pueda suponer la totalidad del desarrollo de
la energía eólica en la comunidad autónoma y el resto del país", pese
a lo cual él, inepto e ilegal compulsivo, continúa, erre que erre, sin ordenar
el territorio -sin PROT, sin Plan energético a partir de 2020, sin un mísero
plan eólico,...-, pese a que ahora amenazan -y él y el Ministerio tramitan- más
de 2.000 Mw, que serían la ruina futura para la actividad agrícola, ganadera,
cultural, turística, deportiva,... en todas nuestras montañas.
Destrucción industrial y caos energético son muestra
de su ineptitud global, pero son decenas, cientos,... las muestras de su
ineptitud puntual, a las que se une la insoportable evidencia de sus mentiras
diarias, de las que entresacamos algunas espolvoreadas el pasado lunes, 24,
-sin que nadie viera su falsedad- en el pleno del parlamento -sede, dicen, de
la voluntad popular-, donde afirmó que, pues el actual plan energético concluye
en 2020 y ha tenido resultados "dispares",
"ya se está redactando el pliego
para contratar la elaboración del nuevo planeamiento (¡)", que se
licitará antes del verano.
La verdad que él falsea -y el resto del
parlamento/parloteo regional parece ignorar- es que tramitar un plan como el
energético no consiste en redactar un "pliego"
para que alguien, cualquiera, lo elabore, como muestra, por ejemplo, el hecho
de que la redacción del PSEC 2014-2020
se iniciaba con un período de información pública -entonces PSEC 2011-2020- por resolución del
director general de industria de 2 de febrero de 2010, no aprobándose hasta el
10 de julio de 2014, ¡más de 4 años después!, por Decreto 35/2014 (BOC de 17/07/2014);
tal es la exigencia de trámites.
Martín miente en sede parlamentaria, se burla de todos
nosotros, al informar, que "el
gobierno de Cantabria prevé tener aprobado a finales de este año el nuevo plan
energético, que tendrá una vigencia de 10 años, para 'acompasarlo' con el plan
nacional", solo unos meses de trámite, lo que excluiría la información
y participación -previa y durante la tramitación- que, so pena de nulidad,
imponen el Convenio de Aarhus y la Ley 27/2006, así como, de nuevo, la
Evaluación Ambiental estratégica que, hace años, le imponían TS y TSJC,
volviendo a querer evaluar parque a parque,... de modo que como -por escrito-
nos informó el Ministerio para la Transición Ecológica, se confirme algo tan reaccionario
e ilegal como que "serán los
promotores quienes decidan qué instalación quieren construir: tecnología,
ubicación, potencia,...". Textual.
Miente Martín, siempre, en el número de parques que
nos amenazan, cada día da un cifra y también miente al no informar del evidente
fracaso absoluto del Plan 2014-2020,
que preveía pasar de 825 Mw instalados en 2014 a 2.670 en 2020 (707,3 eólicos y
1.000 de la ampliación de Aguayo), un 225% de incremento, sin que se haya
implantado, ¡en 6 años!, ni uno solo.
Y engaña al no abrir un debate sobre la necesidad o no
de crecer en generación y consumo energéticos, sobre qué son crecimiento y
progreso, sobre el caos en que los ineptos, muchos, nos tienen inmersos,..., falsifican
la realidad él y quien en el parlamento le interpelaba, al concluir que "Cantabria no ha estado a la altura de las
circunstancias" por no destrozar con molinos sus montañas; aunque sin
querer, ha sido lo único positivo que han hecho él y quienes en el
parlamento/parloteo le escuchan, que, evidentemente, no tienen ni idea de la
cuestión.
Lo más triste del caso es que, escribió Hanna Arendt,
"la eficacia de la mentira residiría
en el hecho de que sus artífices sean conscientes de aquello que desea
ocultarse" y aquí ni eso, lo que haría irrelevante incluso el cese de alguno
de ellos, Martín por ejemplo, ya que desde el primero hasta el último son todos
similarmente inconscientes.
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