Si esto fuera democracia…
Fernando Merodio
Abogado/miembro de la Plataforma para la
defensa del Sur de Cantabria
“(…) para los
capitalistas (…) las tierras hoy inservibles pueden mañana convertirse en
útiles (…)”. “Imperialismo: fase superior del capitalismo”.
V.I.Lenin
“(…) los narcos más importantes pueden pasarse años o
incluso toda su trayectoria sin tocar las drogas. Su negocio consiste en
controlar el territorio”. “El cártel”. Don Winslow
Historia reciente.
Octubre de 2014, hace un año, la Plataforma
planteaba en un recurso la suspensión cautelar y posterior nulidad del Plan Energético de Cantabria, el PSEC
2014-2020, en el que, con dolo penal, el gobierno incumple el Convenio de Aarhus, las
Directivas 2003/04 y 2003/35/CE y las leyes que imponen la información y participación
política ciudadana, base de la democracia. Explicaban
que la machacona y confusa monserga sobre la generación eólica son intereses
privados apoyados por grupos políticos, sindicales o no gubernamentales
comprados, no fiables, y que las edulcoradas mentiras del lobby eólico/financiero y el autoritario modelo de planificación
territorial/energética, herencia del desarrollo hidroeléctrico franquista,
niega toda participación de la población en primordiales decisiones
político-administrativas, impidiendo que intervengan comunidades locales y
asociaciones y, gráfico ejemplo, haciendo posible que en
los mismos lugares, exactamente los mismos, de Valdeprado del Río y
Valderredible se planteen, al tiempo, parques eólicos y permisos de fracking.
Obsceno. Antes
de contestar la demanda, Francisco Martín, Consejero de Industria, Instituto de
Hidráulica, Fundación L.T.Quevedo, E.I.As,…novelaba en el Parlamento que “en un plazo
de dos años estarán instalados los primeros parques eólicos de los 14 que se
tramitan en la actualidad” y que “hay
otros 17 de los que debe encargarse el Estado”. Fechoría que, pues esto no
es democracia, ni siquiera provocó que algún grupo político le preguntara ¿cómo
es posible que, si hay en
trámite 14 parques, solo uno, El
Escuchadero, ha sido publicado en el BOC? y, a su tenor, ¿sería lícito pensar que los otros 13, los 600 Mw.
que casi agotan los 700 del PSEC, se tramitan
en su despacho? Quizás fue también por ello que nadie le exigió que dimitiera ipso facto.
Tropelía. Si la inexistencia de un PROT que ordene el territorio es causa
de nulidad del PSEC, Revilla, Martín,
Mazón,…, todo el Gobierno, debieran explicar por qué más de 600 páginas de un
Borrador de tal PROT -elaborado en la
etapa 2003/2011 del Gobierno PRC/PSOE-
han estado escondidas y sin tramitar. También alguien debiera explicar como es
posible que, sabiéndolo, los de Podemos no lo hayan esgrimido
en defensa de los vecinos y confabulados en la omertá, no han dicho ni pío.
Traca final.
Corresponde a los Ayuntamientos, ahora al de Valdeprado del Río, secretario y
alcalde al unísono, burlar a los vecinos, ocultar el desafuero, facilitar el
camino al atropello. En todo caso, que no estén tranquilos, hablaremos y
haremos.
Intentemos
situar los hechos en su contexto. La escena política occidental se ha representado,
durante un ominoso siglo, en dos decorados: el del Estado-partido del Este, el
llamado comunismo de Estado, y el del Estado-partido(s) del Oeste, el
capitalismo, que llamaron democracia, siendo el eclipse
de aquel, incapaz de alcanzar su fin último, la emancipación humana, el que hizo que el
hipócrita Estado de Derecho que caciquea el capital resultara innecesario,
hasta caer en lo actual.
Alain Badiou, filósofo francés,
formula duras críticas al respecto y evidencia que el Estado de Derecho
parlamentario es ficción manipulada por las finanzas, la llamada economía de
mercado, y que el derecho -con minúsculas- es abuso de quien fija las pautas
sustituyendo a los filósofos por ignaros demagogos “elegidos”, incensarios
sumisos o, en el colmo del descaro, escribidores a sueldo.
Una vez impuesta por el poder la
libre circulación de “su” capital, pueden simular también que circulan lo que
llaman ideas, invenciones líquidas de asalariados que intentan sustituir pensamiento
serio por su tecnología, su “pogreso”
o, en especial, su derecho, figura ficticia, ideario servil al poder del
dinero, apariencia de filosofía que se mezcla con política, pésima aleación que
arruina saber y polis y sirve al poder del garrote. El Derecho es, aquí y
ahora, instrumento que, auxiliado incluso por algún Tribunal, conforma una
rígida prótesis que facilita el estático abuso del poder impune y niega todo
movimiento a las ideas del que piensa.
Tentados por la cómoda idea de
que, muerto todo aquello en que jóvenes creímos, estaría justificado arrojar la
toalla, quizás convenga acudir al Spinoza que dice que “Homo liber de nulla re minus quam de morte cogitat”, traducirlo
como que el hombre libre en nada piensa menos que en cualquier forma de muerte,
o al Rimbaud que defendía que política es “tenir
le pas gagne”, traducirlo “ni un paso
atrás”, y aun siendo cada día más huérfanos de causas con las que vibrar,
escuchar a Leonard Cohen y, “como un
pájaro en un cable / como un borracho en una juerga a media noche”,
intentar ser, cada uno a nuestra manera, libres.
Asentados en ello, interesados en
lo que quienes usurpan el poder venal maquinan contra nosotros o simplemente
haciendo para molestarlos, sabiendo del perverso uso que hace el poder del lenguaje,
su manipulación por los medios, y sin olvidar que los molinos salvajes no son
teoría, sino ilegal, injustificada e injusta práctica abusiva que daña a los
más débiles, hay que confiar en que, si esto fuera democracia, políticos,
jueces, fiscales, técnicos, funcionarios,… y, desde luego, los ciudadanos
acumulados en pueblo, mirarían la corrupción eólica de diferente manera a como
hacen las vacas cuando ven pasar ese tren que, boba obsesión del insufrible
Revilla, para en pocas poblaciones -casi ninguna- y circula -alguna vez- muy
rápido.
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