Debate energético.
Jornadas 16-02-2019 Burgos
Plataforma para la Defensa del Sur de Cantabria
Los que siguen son planteamientos de los miembros
de nuestra Plataforma, forjados en enfrentamientos contra el abuso de la
Administración y las grandes eléctricas (L.A.T. Soto Ribera-Penagos-Güeñes,
Concurso eólico en Cantabria, intento de implantación de cientos de
aerogeneradores,...), el trabajo y la reflexión de años, tan depurados por la
experiencia práctica que, siendo sólo y exclusivamente nuestros y no
vinculando a nadie más, nos parece muy difícil renunciar, a estas alturas de la
lucha, a ninguno de ellos.
Entendemos que éste es el momento de impulsar una
real transición energética, no sólo la que lleva de las fuentes de combustibles
fósiles a las de renovables sino también la del cambio de modelo energético, desde
el centralizado o concentrado actual -en manos de las grandes empresas del
oligopolio- al distribuido o descentralizado que, al menos de modo parcial,
controlemos los ciudadanos, poniendo a nuestro servicio las virtudes de las fuentes
de energía renovables, agua, viento, sol,..., las de ser accesibles a todos y
además, bien usadas, inagotables, permitiéndonos generar energía en cualquier
lugar y ser únicos “soberanos” respecto a
la energía que consumimos.
Es, por ello, esencial que en estas Jornadas que se
definen como de "Acción Ciudadana"
y "Soberanía Energética Ciudadana",
sin plegarnos a la instalación de mega-infraestructuras energéticas de todo
tipo, fracking, grandes parques industriales eólicos y solares, tendidos de altísima
tensión, superredes, subestaciones,..., que malgastan nuestro dinero y dañan
nuestro territorio, debatamos, decidamos y hagamos público con la mayor
rotundidad y detalle posibles cuál es nuestro modelo energético, pues, de no
hacerlo así, estaríamos perdiendo el tiempo o, aún peor, haciendo el juego al
oligopolio eterno.
El modelo "mega"
actual, mega-parques eólicos industriales, mega-huertos solares, superredes e
interconexiones…, no marcha -por su naturaleza y coste de implantación- en la
dirección de la soberanía energética ciudadana sino que, muy al contrario, prorroga,
apoya y potencia el modelo concentrado tradicional:
·
Concentra la generación y transformación en territorios
concretos, que sufren de forma agresivamente masiva sus impactos negativos; son
normalmente territorios alejados de los lugares de consumo lo que, a su vez,
exige grandes líneas de transporte de alta tensión y mega-subestaciones de
transformación.
·
Concentra las ganancias de la generación, el transporte,
la distribución y el suministro en manos de las mismas grandes empresas eléctricas
del actual oligopolio.
En
Cantabria, es ejemplo de ello Green
Capital Power -“Poder del Capital Verde”-,
empresa que gestiona la familia de Florentino Pérez y es parte de un oscuro
fondo de inversiones saudí, Capital Energy,
grupo Aqbar, que tiene la agresiva idea
de llenar nuestro territorio de gigantescos parques eólicos, sin que sea su
preocupación el cambio climático o generar energía para nuestro consumo sino
para exportarla a toda Europa o, lo que es lo mismo, simple, pura y duramente el
mayor beneficio posible en su lucrativo negocio.
Si
el anterior sistema de primas favoreció la corrupción y especulación rampantes
que han asolado y asolan Castilla y León, Galicia, Cataluña, Valencia,...., peor
es aun el insólito e ininteligible invento de las actuales subastas, más que
Mw, vende -o regala- en realidad territorio, nuestro principal, casi único
patrimonio, al propiciar la instalación de dañinas mega-infraestructuras casi donde
cada uno quiera.
Consideramos, pues, cuestión
imprescindible previa a todo lo que queramos hablar decidir si instalar mega-infraestructuras
responde a las necesidades energéticas/eléctricas regionales y locales, incluso
estatales y , en su caso, si su elevadísimo coste es asumible y conveniente en el
momento actual o si, por contra, atiende exclusivamente a intereses de economía
y estrategia empresarial, contrarios a los generales que, desde luego, nos
exigen ser firmes en el apoyo a la actual revolución de la generación
distribuida y la acumulación eléctrica.
Un nuevo modelo
energético ecológico, solidario y justo sólo puede nacer de la producción
descentralizada y una generación distribuida real, del autoconsumo, la
producción eléctrica a pequeña y mediana escala que abastezca las necesidades
propias y de las poblaciones cercanas, que adapte la distribución y el
suministro a esa nueva realidad y reduzca el consumo mediante una mayor
eficiencia y la reducción de pérdidas en el transporte; es el único camino
hacia la soberanía energética ciudadana, teniendo como referencia que, por
ejemplo en Alemania, el 47% de la nueva
electricidad renovable se genera a partir de iniciativas de ciudadanos, asociaciones, cooperativas, ayuntamientos,...
El informe público de la Comisión de Expertos
-cuyos miembros son un antiguo presidente de REE y staff
de grandes corporaciones eléctricas- creada para cocinar en la rebotica la Ley de Transición Energética y Cambio
Climático, ya permite entrever la intención de las grandes empresas eléctricas
y bancos de “capitalizar”, en el peor sentido del término, a su favor esa
transición; todo ello sin necesidad de haber entrado a valorar el contenido del
informe.
Tenemos que ser ambiciosos, protagonistas y
participar de una forma real y activa en esa transición, de modo que forcemos
caminar en la dirección que nos aproxime a generar nosotros la mayor parte de
la electricidad que consumamos y, al
menos desde ya, a tomar parte en las decisiones fundamentales que afectan a
nuestro territorio y vidas.
Tras explicar lo anterior, vamos a dejar constancia
de nuestra convicción acerca de la necesidad de saber dónde estamos cada uno y,
por ello, hacer pública nuestra disconformidad -y la de otros muchos- con, por
ejemplo, el sometimiento expreso de Greenpeace
a pretendidas interconexiones energéticas con distintos Estados nacionales en base a idénticos argumentos falaces
(seguridad en el suministro, eficiencia energética, impulso a las energías
renovables,...) que los que continuamente utilizan Administración y grandes
eléctricas.
También nos preocupa lo que pensarán sobre lo
importante el resto de lo que hoy llaman grandes ONGs, enormes presupuestos,
millonarias subvenciones, puestos institucionales y complicidades con quienes reparten;
sin entrar en detalles que exigirían un largo -y, sin duda, necesario- debate,
las grandes infraestructuras, las interconexiones y los grandes corredores de
transporte de energía eléctrica de altísima tensión no son otra cosa que uno de
los mejores -y más caros- medios para consolidar el actual sistema de
generación oligopólica concentrada o lo que es lo mismo la perpetuación del
sistema abusivo, al que nosotros no podríamos, nunca, acceder.
Iniciativas como las de estas Jornadas de Debate sobre la Transición Energética y Acción Ciudadana
Hacia la Soberanía Energética Ciudadana son imprescindibles y pueden ser
muy eficaces para el fin que las titula, pero si no conocemos, no tenemos claro
dónde estamos y hacia dónde vamos cada uno, pueden ser, mientras Administración
y grandes empresas avanzan a velocidad de crucero en su interés, una pérdida de
nuestro escaso tiempo y, aun peor, un apoyo tácito para quienes son, además de
los emboscados, nuestro enemigo real.
Por un debate energético real y eficaz para nuestro
futuro
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