Que conste que ( yo he navegado por todo los oceános sin tan siquiera luces de posición y que ) las placas solares las puse hace 5 o 6 años. Las energías alternativas se ha convertido en falacia, en un engaño.
Todo apuntaba hacia unos últimos años felices (todos somos mayorcitos) en un pequeño país, en nuestras casas, en compañía de unos amigos con los que siempre hemos vivido en armonía, hasta que han llegado estos señores, con sus leyes, con sus negocios, con sus intereses, con su apremio. Presenten alegaciones, nos dijeron, tienen 10 días.
Pero lo que más me duele es que dentro de 10 años estos molinos serán obsoletos y que se descubrirá
“Estos molinos han destrozado el paisaje de España. Vayas donde vayas, levantas la vista y te los encuentras. Al final esto será un país con diez parques nacionales en los que todo estará prohibido y el resto del territorio, es decir todo lo demás, donde casi todo estará permitido: granjas con sus purines, canteras sin permisos, molinos… los políticos piensan como aquel senador americano que dijo “visto un árbol, vistos todos”
“No me sirve que me quiten los molinos solo a mí y que sigan poniéndolos en todas partes. No quiero vivir en un isla en medio de un país destrozado”
“Elegí este lugar, pero también elegí todo el país. No me quedé ni en los mares del Sur ni en Polinesia. Camino por toda España, soy un habitante de todas partes y paso por la tierra como un simple usufructuario: me duele lo mismo mi casa, que Zamora o Euskadi”
“La tierra que se extiende entre Zaragoza y Pamplona , tú lo has visto, es un inmenso parque eólico. Si pasa lo mismo entre Pamplona y Logroño, entre Burgos y Palencia, si Finisterre y Tarifa están cosidos a molinos, esto ya no es un país. Hemos destruido su paisaje. España está condenada a muerte”.
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