Fuente: Informe Energía Eólica en Cantabria. CORE, Octubre 2011
1.- CAMBIO CLIMÁTICO
El cambio climático es uno de los mayores retos planteados a nivel mundial e incumbe la preservación del medio ambiente tal como hoy día lo conocemos. Esta situación viene asociada al calentamiento global, en gran parte originado por las emisiones de gases de efecto invernadero.
1.1. SITUACIÓN MUNDIAL
Los países del G-8 y los 5 países emergentes (Brasil, China, India, Méjico, Sudáfrica) son los responsables de generar el 80% de los gases con efecto invernadero en el mundo. El resto de los 180 países del mundo aporta el 20%, entre ellos España.
Sólo EEUU y China consumen el 38% de la energía mundial y su modo de producción eléctrica se basa en el carbón, unas proporciones de más del 50% y del 89% respectivamente y en continuo aumento. El carbón es el sistema de producción eléctrica más contaminante en emisión de gases con efecto invernadero.
China e India, con más de 2.500 millones de habitantes, no han suscrito el protocolo de Kyoto, no tienen por lo tanto la obligación de reducir sus emisiones de CO2 y no las están reduciendo. Están produciendo aumentos anuales del 13% y 7% en las emisiones. Con previsiones de seguir aumentando sus centrales de energía de carbón (562 previstas para los próximos 6 años), lo que provocará que en el año 2020, superen todas las emisiones realizadas por el resto de los países del mundo. Solo China está incrementando al año la producción de CO2 en 1.000 millones de toneladas, equivalente al triple de toda la emisión anual de España, 330 millones.
EEUU, tampoco ha ratificado el protocolo de Kyoto, para no poner en peligro la competitividad de su economía frente a China e India.
España viene a representar un 1,5 % del consumo energético mundial. Cantabria un 0,03%. Sirvan estos datos para enmarcar la incidencia de nuestro país y de Cantabria dentro de contexto energético mundial y su influencia ante el cambio climático.
Lo que hagan el G-8 y los países emergentes, sobre todo China e India será determinante en el futuro del cambio climático.
La Unión Europea, se comprometió a reducir sus emisiones totales medias durante el periodo 2008-2012 en un 8% respecto de las de 1990, como agente especialmente activo en la concreción del Protocolo de Kyoto. A cada país se le otorgó un margen distinto en función de diversas variables económicas y medioambientales según el principio de «reparto de la carga», de manera que dicho reparto se acordó de la siguiente manera:
Alemania (-21%), Austria (-13%), Bélgica (-7,5%), Dinamarca (-21%), Italia (-6,5%), Luxemburgo (-28%), Países Bajos (-6%), Reino Unido (-12,5%), Finlandia (-2,6%), Francia (-1,9%), España (+15%), Grecia (+25%), Irlanda (+13%), Portugal (+27%) y Suecia (+4%).
Como vemos el ámbito del la lucha contra el cambio climático es de carácter internacional y cada país debe cumplir con su papel dentro de ese contexto.
No existe ningún acuerdo ni estudio que determine qué es lo que Cantabria, de acuerdo a sus características y estado de desarrollo, tiene que aportar en función de su situación dentro de España. No sabemos si como Alemania debemos, en nuestro “reparto de carga”, disminuir nuestra emisiones al 21% o podemos como Portugal aumentarlas hasta el 27%.
Dentro de esta estrategia en la lucha contra el cambio climático, la normativa europea del 23 de abril del 2.009 señala los objetivos para el año 2.020.
Reducción del gasto mediante el ahorro y la eficiencia energética: 20%
Reducción de la emisión de gases de efecto invernadero: 20%
Producción de energía mediante sistemas renovables: 20%
La estrategia europea señala que tan importante es producir energía con sistemas renovables, como reducir el gasto. La mejor energía, la más limpia, es la que no se necesita y no se produce.
Con la tecnología actualmente existente se considera que el 30% de la energía que usamos se malgasta en usos ineficientes en edificios, empresas, vehículos, alumbrado público,…
1.2. CAMBIO CLIMÁTICO Y ENERGÍA EÓLICA
La energía eólica, con una aportación en torno al 12% de la energía eléctrica consumida en España, viene a ahorrar cerca del 3% de la emisión de gases con efecto invernadero, cifra que, con ser importante, no debe hacer olvidar que el resto, el 97 % se está generando en otros sectores. Ante esta situación, medidas que incidan en ahorros de emisiones en otros campos más contaminantes serían seguramente más efectivas y menos agresivas que la eólica terrestre. Por ejemplo, en el transporte (tasas a coches de gran cilindrada y 4X4, transporte colectivo y carriles bici, no dispersión de las viviendas, etc.). El transporte en España es el responsable del consumo del 40% de la energía.
Y es que además las energías renovables son sólo una de las variables de la solución al problema. España, a diferencia de los otros países de la UE, sigue incrementando su consumo energético y emitiendo más CO2 que la media europea, con un 52,3% de más, sobre la base de 1990 (datos al año 2.009). Es el país desarrollado que más se aleja del objetivo previsto en el compromiso de Kioto que fija el tope del 15% y ello a pesar de que es el segundo país en desarrollo eólico en Europa y tercero en el mundo.
La energía eólica, por sí sola, no soluciona el problema climático. Es decir lo que se necesita son políticas serias que aborden el problema en su conjunto incluido el ahorro, la eficiencia energética.
1.3. CANTABRIA Y LA LUCHA CONTRA EL CAMBIO CLIMÁTICO
El balance de emisiones de Cantabria en gases de efecto invernadero es menor que la media nacional al considerar el enorme efecto de la absorción de CO2 que supone nuestro territorio verde y nuestros bosques, siendo en este sentido una de las autonomías que mejor balance presenta en todo el estado.
En relación con las emisiones y captaciones de CO2, decir que los bosques en España absorben el 20% de las emisiones totales de CO2. Cantabria contribuye con sus bosques con el 4% de estas absorciones a pesar de tener solo el 1% de superficie con respecto a España. El bosque de Cantabria fija 6.107.847 Tm de CO2, lo que supone el 112% de las emisiones de CO2 5.440.000 Tm (datos del año 2006). Es decir Cantabria absorbe más CO2 de lo que emite.
El tema de las emisiones es un campo complejo, con multitud de variables; no solo algunos modos de producción eléctrica son los culpables de las emisiones. La FAO, en su informe de 18 de febrero de 2010, señala que la ganadería es el sector mundial que emite la mayor proporción de gases de efecto invernadero, más que el transporte y que la producción eléctrica. En países como Nueva Zelanda, Irlanda o Argentina el mayor agente de emisión de gases de efecto invernadero son las vacas, que emiten metano producido por la fermentación entérica de los rumiantes.
Por otro lado, el consumo energético y la emisión de gases de efecto invernadero están altamente relacionados con los modelos de desarrollo territorial. Estos modelos influyen en elementos tales como las tipologías urbanas y sus densidades, el tipo de transporte y las distancias de desplazamientos, los usos agrícolas del suelo, las formas de ganadería, las zonas destinadas a bosque, etc.
El Cambio climático es un serio problema y su ámbito de actuación debe de ser MUNDIAL e incumbe a los países, por ello las actuaciones correctoras deben ser globales y complementarias, la mejor actitud es promover el ahorro y la eficiencia energética.
No se justifica por este motivo, desde un planteamiento local, la desmesurada pretensión eólica para Cantabria.
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