EXPANSIÓN, 5 DE JULIO DE 2012
La banca suma 3.500 millones de deuda en parques solares
La patronal Avaesen considera que una tasa sobre renovables podría disparar los fallidos, ya que la región concentra el 23% de la deuda del sector.
Apenas unos meses después del decreto que paralizó los nuevos proyectos en energías renovables en España, el sector se enfrenta ahora a una nueva amenaza en forma de una tasa sobre las energías renovables. Un gravamen que en el caso de la Comunidad Valenciana se centraría fundamentalmente en las instalaciones solares fotovoltaicas, según la Asociación Valenciana de Empresas del Sector de la Energía (Avaesen), y que puede suponer un problema añadido no sólo para los propietarios de las plantas, sino también para el propio sistema financiero español.
La patronal regional considera que con el nuevo gravamen la rentabilidad de las instalaciones fotovoltaicas en funcionamiento peligrará y, con ella, la posibilidad de hacer frente a la financiación con la que se realizaron muchas de las plantas existentes. Según Avaesen, con los datos desvelados hasta ahora sobre la nueva tasa los ingresos se reducirían un 14% para las instalaciones que reciben la tarifa de la normativa anterior a 2010 y hasta un 20% para las que se acogen a la normativa posterior.
Después de los recortes ya aprobados con carácter retroactivo, las empresas consideran que la nueva medida puede llevar a la suspensión de pagos de muchas instalaciones y provocar un nuevo agujero en el sector financiero. Sólo en la Comunidad Valenciana, Avaesen estima que el riesgo de la banca con el sector fotovoltaico alcanza los 3.500 millones de euros, el 23% del volumen total de deuda de todo el sector.
El presidente de Avaesen, Marcos Lacruz, considera que esta situación puede generar dos efectos inmediatos: “el despido de trabajadores y el incremento de la exposición de la banca al sector, puesto que hay una gran cantidad de créditos que no se podrían devolver”.
La patronal valenciana cifra en 4.500 empleos directos y una cifra similar de indirectos los empleados en el sector de las renovables, después de haber sufrido ya una reducción de unos 3.000 empleos desde 2010 por los recortes en la primas y la paralización de nuevos proyectos.
Impacto
Los principales afectados serían los propietarios, entre ellos muchos fondos extranjeros, lo que añadiría aún más incertidumbre a la inversión foránea, pero también muchas pymes que habían apostado por rentabilizar sus tejados y aumentar su eficiencia energética. Según la Comisión Nacional de la Energía, en la región hay 5.098 instalaciones registradas conectadas a la red eléctrica.
Además se verían seriamente mermadas las firmas de explotación y mantenimiento.
En el caso de los grandes fabricantes de paneles fotovoltaicos valencianos, como Siliken y Atersa, al haberse volcado en los mercados exteriores ante la situación en España y haber conseguido internacionalizar su cartera de clientes los efectos serán más reducidos.
http://www.expansion.com/2012/07/05/valencia/1341516961.html?a=b476516a8b1367d568831900aafff9c6&t=1341546390
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